Más de dos mil argentinos se encuentran embarcados en un crucero que iba a España e Italia y el cierre de fronteras de los países los dejó en medio del Atlántico.
El periplo lo contó al Post, Jorgelina Rodríguez Fanjul, quien junto a su marido Carlos, ahorraron durante años para cumplir el sueño de hacer un crucero por el Atlántico y visitar en España a su hija y nieto.
“Salimos el 3 de marzo hacia Brasil y luego España. Las condiciones eran totalmente distintas: en España había solo dos casos, nosotros hicimos las averiguaciones pertinentes, las agencias nos dijeron que podíamos embarcar tranquilos”, relató Jorgelina, contando no solo por ella sino por los otros argentinos que les contaron lo mismo.
Jorgelina debía desembarcar en Málaga, pero otros pasajeros bajaban en Barcelona y otro seguía hasta Génova.
“Luego de las excursiones por Brasil, que las hicimos sin ningún inconveniente, ya cuando tomamos rumbo a España empezaron las noticias de que la situación se había agravado”, indicó.
En medio del Atlántico, sin la posibilidad de ver noticieros o consultar los diarios (los que tienen comprados paquetes de datos solo son para redes sociales), los pasajeros disfrutaban de todas las actividades del crucero hasta que “cuando estábamos cerca de canarias nos avisan que los puertos en España habían cerrado, y avisan que tampoco van a llegar a lso puertos de Italia”, contó.
Durante dos días no hubo ninguna precisión, nadie sabía cuándo iban a llegar a algún puerto ni a cuál, porque todos se encuentran cerrados. Finalmente, “hace dos días nos dicen que todo el pasaje va rumbo a Marsella que es el único puerto que nos recibe”.
“Solo sabemos que vamos a Marsella, pero después no sabemos nada: no hay ninguna información oficial, no sabemos ni cómo ni cuándo vamos a llegar a Argentina. Sabemos que cuanbdo lleguemos tendremos que hacer la cuarentena, y familiares nos dicen que nos van a repatriar con vuelos de Aerolíneas, pero ninguna precisión y no hay nada peor que la incertidumbre”, expresó.
En este sentido, Jorgelina precisó que la mayor preocupación de los pasajeros es que los expongan al virus “lo único que tenemos de información oficial en el barco es que en el crucero estamos todos sanos, no hay gente infectada ni con síntomas”.
Por esa razón, ninguno quiere que al llegar a Marsella los trasladen “no queremos ir a un hotel, ni que nos tengan dando vueltas por ningún lado. Sabemos que Aerolíneas Argentinas no tiene vuelo a Marsella, entonces tampoco sabemos si nos van a hacer ir a París… Solo queremos estar adentro del barco adonde sabemos que estamos todos sanos”.