“Al equipo que tiene más aguante lo llevo dentro del corazón. Saltando, cantando, prendidos a los trapos, dejamos el alma en el tablón”, esas estrofas de la popular Cumbia de los Trapos de la banda Yerba Brava sonaron durante la madrugada del domingo en una fiesta de cumpleaños de 15, que se desarrolló en la zona de Pueblo Soto, San Rafael.
El disc jockey jamás se imaginó que al “pinchar” ese hit cumbiero de comienzos de milenio se iba a generar un enfrentamiento entre hinchas de dos clubes sanrafaelinos. La pelea se trasladó al exterior de la propiedad donde se celebraba el evento y desembocó en el asesinato a puñaladas de Luciano Francisco Gómez (18). Producto del ataque, también sufrió lesiones otro joven llamado Jesús Álvarez, quien se encuentra internado en grave estado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Schestakow.
Por el hecho de sangre fueron detenidos tres mayores de edad y un menor, quienes están identificados con el Club Sportivo Ballofet; mientras que la víctima, al igual que sus amigos, era hincha del Club Atlético San Luis. Desde esa institución emitieron un comunicado lamentando el deceso del joven: “Era hincha del club y acompañaba siempre al club de sus amores”, reza el posteo.
Incluso, uno de los cuatro sospechosos, Facundo Agustín Cervera Giménez, es hijo del reconocido futbolista sanrafaelino Jorge el Loco Cervera, quien dio sus primeros pasos con la pelota en las inferiores de Ballofet y hasta llegó a jugar la liga regional del departamento sureño para el albirrojo hacia el final de su carrera.
El joven, de 27 años, fue imputado este martes junto a los otros dos mayores de edad detenidos: Alexis Exequiel Antunes Morales y Yair Gabriel Orellana Espinoza, todos con antecedentes policiales por diferentes ilícitos.
El fiscal Javier Giaroli decidió acusarlos por el delito de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, ya que consideró que los sospechosos se pusieron de acuerdo para esperar a las víctimas a la salida de la fiesta y atacarlas con armas blancas, explicaron fuentes policiales.
Con esa calificación, estos tres presuntos autores del crimen podrían enfrentar a un jurado popular, en caso de que lleguen a juicio oral y público, y arriesgan como única pena la prisión perpetua; mientras que el adolescente de 15 años que también fue detenido, quedó a disposición de la Justicia Penal de Menores.
La reconstrucción
Fuentes allegadas al expediente relataron que entre la noche del sábado y la madrugada del domingo se celebró un cumpleaños de 15 en un domicilio de calles Esquiu y Palau, a unos cuatro kilómetros del centro sanrafaelino.
Llamativamente, los organizadores aprovecharon para ganar algún dinero, ya que se cobraba una entrada para poder ingresar al evento. Por eso, hubo una importante convocatoria, puesto que entre 100 y 150 jóvenes llegaron hasta ese lugar para bailar, beber y pasar un momento junto a sus amigos.
En medio de la madrugada, la Cumbia de los Trapos comenzó a sonar en los parlantes y los cánticos futboleros no se hicieron esperar. Eso provocó un enfrentamiento entre dos grupitos identificados con los clubes San Luis y Ballofet, respectivamente.
En el interior del lugar la situación no paso a mayores. Pero todo se trasladó, minutos más tarde, hacia las calles, donde, de acuerdo con la pesquisa, Antunez, Cervera, Orellana y el menor de edad esperaron a sus rivales en un descampado.
Una vez que Gómez, Álvarez y un amigo suyo, de 15 años, salieron de la fiesta, fueron increpados por los acusados. Uno de los sindicados agresores le dio un puñetazo a la víctima fatal, quien se defendió y luego fue rodeado por los cuatro sujetos.
Luciano Gómez quedó entre los atacantes y una tela romboidal. Así, sin escape, le propinaron un total de siete puñaladas en diferentes partes del cuerpo, que le provocaron la muerte instantes más tarde en el Schestakow.
Por su parte, Álvarez fue alcanzado por uno de los sospechosos -sería Orellana- y también sufrió lesiones de arma blanca. En tanto, el adolescente que acompañaba a los dos heridos logró escapar ileso y se transformó en testigo clave de la causa.
En cuestión de horas, los cuatro imputados fueron identificados y se realizaron una serie de allanamientos y procedimientos policiales durante la mañana del domingo en los que fueron capturados los tres mayores. Mientras que el acusado de 15 años fue entregado por su madre en la Unidad De Procedimientos y Abordaje de la Niñez y Adolescente (UPANA, ex Comisaría del Menor).