El femicidio de Alicia Angélica Galetto (68) generó una fuerte conmoción en junio del año pasado en la tranquila comunidad de Los Campamentos, Rivadavia. La mujer era muy querida por los vecinos del barrio Lencinas y alrededores, donde tenía un comercio muy concurrido.
Días antes de su asesinato, se había peleado con su pareja, Daniel Gastón Rocamora (60), a quien denunció porque no paraba de hostigarla luego de la separación. Pese a los rondines policiales que le fijaron a la víctima a partir de las amenazas recibidas, el sospechoso se las arregló para irrumpir en su casa y la acribilló a balazos. Poco más de un año después del hecho de sangre, la causa terminó en condena.
Este miércoles, Rocamora debía enfrentar la primera audiencia preliminar al juicio por jurados en su contra. La misma estaba destinada para que las partes comenzaran a presentar las pruebas a tener en cuenta durante el proceso.
No obstante, a través de su defensa acordó con la Fiscalía, representada por el jefe de la UFI Rivadavia-Junín, Mariano Carabajal, resolver su situación mediante un debate abreviado final.
De esa forma, Rocamora admitió la autoría del crimen frente al juez Eduardo Orozco, quien homologó el acuerdo entre las partes y lo sentenció a la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio agravado por el vínculo y por la alevosía.
Separación, denuncia y un trágico final
De la investigación surgió que, a mediados del año pasado, Galetto y Rocamora terminaron con su relación después de varios años viviendo juntos en la casa de la mujer.
Testigos señalaron que el hombre no tomó para nada bien la separación. Constantemente se presentaba en la vivienda de su ex pareja con intenciones de arreglar la situación y volver a estar juntos. Pero, ante las negativas de la víctima, todo terminaba en fuertes discusiones.
En principio, la mujer no deseaba acudir a la Justicia por las violentas actitudes de Rocamora, pero desde su círculo íntimo le recomendaron denunciarlo, más aún, después de que la amenazó el martes 7 de junio.
La Fiscalía de Violencia de Género del Este provincial tomó intervención en el hecho y a la mujer le ofrecieron una custodia fija en su domicilio o rondines policiales. Galetto eligió esta última opción, ya que manifestó que no tenía miedo y que sólo se había cansado de los constantes conflictos con su ex.
Con respecto a la situación de Rocamora, siguió en libertad porque no contaba con antecedentes y, al tratarse de una amenaza simple, es decir, sin armas, carecían de elementos suficientes como para privarlo de su libertad.
No obstante, cuatro días después, el sábado 11, el acusado volvió a la casa de Galetto y protagonizó un nuevo episodio. Una vecina llamó por teléfono a la víctima para consultarle qué había pasado y ella le contestó: “Es el pelotudo este que me molesta”.
Momentos más tarde, cerca de las 15 de ese día, Rocamora se dirigió una vez más hasta la propiedad de su ex. A bordo de su camioneta, esperó en las inmediaciones a que la patrulla policial hiciera uno de los rondines.
Acto seguido, llegó a toda velocidad al lugar e ingresó al inmueble. Un vecino y un policía de civil que estaban en las inmediaciones advirtieron la situación y corrieron para ayudar a la víctima.
Mientras iban llegando a la escena, escucharon cuatro detonaciones de arma de fuego y se dieron cuenta de que era demasiado tarde y Galetto había sido agredida a tiros.
Rocamora utilizó un revólver calibre 38 para ejecutarla con disparos a corta distancia: dos en la cabeza, uno en la zona lumbar y el último en la espalda, que le atravesó el cuerpo y salió por el pecho.
La mujer falleció en el acto y el autor trató de incendiar la casa activando una garrafa. Aunque el gas se terminó rápidamente y no logró prender fuego el lugar.
Para ese momento policías ya habían rodeado la casa y quiso quitarse la vida provocándose cortes en una muñeca y el abdomen, pero fue reducido y quedó internado algunos días en un nosocomio, para finalmente terminar en la cárcel, donde ahora le espera una larga estadía luego de ser condenado a la pena máxima.
Fuente: El Sol