Con el inicio del nuevo ciclo lectivo, las carencias en algunos establecimientos públicos se vuelven evidentes. A pesar de las afirmaciones del ministro de Educación, Tadeo García Zalazar, sobre las condiciones óptimas de las escuelas, la realidad en la escuela Jorge Mario Bergoglio, en calle Coria de Algarrobo Grande en Junín, es sorprendentemente diferente. Tras conocerse la noticia, llegaron las soluciones desde la Dirección General de Escuelas (DGE).

Mientras las escuelas secundarias comenzaban sus clases la semana pasada, los alumnos de la escuela Bergoglio iniciaron con retraso este lunes. Al llegar al establecimiento, se enfrentaron a la falta de aulas para uno de los cursos, por lo que las autoridades tomaron la decisión de que se dictaran clases en el patio y bajo los árboles. 

Acomodándose en sillas y bancos disponibles que también escasean en la escuela, los estudiantes se vieron obligados a tomar clases sin mesas para apoyar sus carpetas y escribir cómodamente. En diálogo con MDZ la directora de la escuela, Sandra Rivero, contó que hasta este martes lamentablemente la realidad era crítica para 28 alumnos que carecían de mobiliario, necesitando urgentemente 15 bancos y 30 sillas, así como un aula, esencial para llevar a cabo sus clases.

“Se ha llegado a esa situación ya que la escuela ha crecido bastante en su población y se han realizado año tras año apertura de segundas divisiones. Eso nos ha llevado a que cada ciclo lectivo gestionemos espacios para ir funcionando, pero este año no nos fue posible conseguir un espacio y a pesar de que desde 2019 tenemos este problema, no habíamos tenido solución” dijo Rivero. 

Para sumar complejidad a la situación dos escuelas, una secundaria y otra primaria, funcionan en el mismo edificio. En el día de ayer “se informó oficialmente que el séptimo grado de la escuela Pedro Serpes que funcionaba de mañana va a pasar al turno tarde” que hasta el momento cumplía horarios en el turno mañana junto con la secundaria.

Este problema no solo afecta a los estudiantes, sino también a los educadores. La falta de sala de docentes y espacios para estudiantes con problemas de aprendizaje agrava aún más el problema. La escuela tampoco cuenta con una cocina, generando indignación entre los padres, quienes expresan su frustración ante la falta de acciones a pesar de años de reclamos.

Con la ayuda del municipio, la escuela va a acondicionar “un espacio que cumplía la función de sala de informática, sala de profes y biblioteca para ubicar ahí un curso. Nos han informado las autoridades de primaria que a partir del próximo lunes ya tendríamos el aula disponible y por este ciclo lectivo el problema solucionado, pero lamentablemente para el 2025 nos vamos a encontrar exactamente con el mismo problema” manifestó la directora de la Escuela Bergoglio.

La situación edilicia se suma al reclamo salarial docente, el escándalo generado con la noticia de que estudiantes tuvieran que cursar en el patio y sin mesas despertó a la Dirección General de Escuelas. “En este momento llegan de la DGE a traerme sillas, después que ayer salió la noticia hoy aparecieron todas las soluciones”, concluyó.

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