En Mendoza son más de 5.000 los docentes y no docentes que trabajan en el ámbito educativo que expresaron su rechazo a la vacunación contra el Covid-19. El número es llamativo porque representa casi el 10% de todo el personal que trabaja en las escuelas, en los distintos niveles.

En concreto, son 5.166 los trabajadores de la educación de Mendoza que firmaron su Declaración Jurada en la que manifestaron expresamente la intención de no recibir la inmunización contra el SarsCov2 que tiene a maltraer a todo el mundo.

Según indicaron desde la Dirección General de Escuelas, desde que comenzó el operativo de vacunación a la fecha, esta es la cantidad de personas que figuran registradas en el sistema GEM que rechazan la inoculación. El dato llamó la atención tanto de las autoridades educativas como sanitarias por lo que se reforzó la campaña de concientización respecto a la importancia de la vacunación, entendiendo que es -hasta el momento- la única forma de dar batalla a la pandemia.

Según explicó a medios locales, Patricio Cabral, jefe de Gabinete de la DGE, las personas que expresaron este rechazo “quedan en condiciones de igualdad con los vacunados”, es decir que si por algún motivo hoy no están dando clases presenciales en los colegios, cuando se los convoque para que lo hagan, deberán asistir. De todas maneras, aclaró Cabral, “es posible que muchos de ellos hayan cambiado de opinión en el transcurso del tiempo y finalmente se hayan vacunado”. 

Cabe aclarar que el personal docente y no docente que trabaja en los colegios fue incluido en el esquema de personal estratégico, por lo que tuvieron prioridad a la hora de recibir las vacunas respecto a otros grupos de trabajadores. “Si una persona rechazó la vacuna y está en el grupo de riesgo, está en igualdad de condiciones que los vacunados a la hora de presentarse a trabajar”, aclaró. 

Si bien la vacunación no es obligatoria, representa la estrategia sanitaria encarada por todos los gobiernos para dar batalla al Covid. Por eso, en sucesivas oportunidades el propio gobernador Rodolfo Suarez instó a todos aquellos incluidos en el esquema vacunatorio que se inscriban para recibir su dosis. De hecho, son más de 35.000 mendocinos mayores de 55 años que no lo han hecho por lo que los municipios montaron diversos operativos para salir a buscarlos.

En cuanto a las causas, Cabral explicó que si bien no se conoce al detalle, la gran mayoría la rechazó por propia voluntad y “un grupo muy pequeño lo hizo por alguna contraindicación médica”. 

Por el contrario, a la fecha son más de 35.000 los docentes que ya fueron inoculados. “Si bien se trata de personal estratégico, muchos recibieron las vacunas por pertenecer a los grupos de riesgo que fueron incluidos en el esquema vacunatorio. Estamos esperando el cruzamiento de datos para determinar cuántos son los que recibieron su vacunación en estos grupos”, destacó Cabral. 

Pero hay un dato que lo anticipa: del grupo de docentes convocados para vacunarse, de más de 40 años, la asistencia fue del 60%, con lo cual se estima que el 30% recibió su dosis por estar incluido en alguno de los otros grupos. Mientras que un 10% faltó con aviso por haber atravesado diversas circunstancias, tales como alguna enfermedad, cursar un cuadro de Covid o haber sido contacto estrecho de un paciente cuyo hisopado fue positivo. Mientras que en el grupo de 30 a 40 años “la asistencia fue casi perfecta”, aclaró el jefe de Gabinete de la DGE.

En tanto, según los datos son cerca de 15.000 los docentes y no que ya cuentan con el esquema vacunatorio completo, es decir las dos dosis. Si bien desde la DGE aseguran que todas esas personas deberían estar trabajando en las escuelas, admiten que es probable que muchas no lo hagan por estar incluidas en los grupos de riesgo. “Deberían estar en el aula pero no es una exigencia porque no hay una normativa que los obligue”, destacó.

En cuanto a esto, las disposiciones de la DGE han estado en sintonía con las de la Nación, por lo que admiten que “con la llegada de la temporada invernal va a ser difícil que se convoque especialmente a quienes integran los grupos de riesgo porque las condiciones de circulación del virus son más altas”. 

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