El Ministerio de Seguridad de Mendoza está siendo sacudido por escándalos de corrupción policial. Este miércoles, cuatro uniformados fueron detenidos sospechados de quedarse con parte de las drogas que habían sido secuestradas en allanamientos. Este jueves, un hecho similar pone en la mira a otro efectivo.
A los cuatro policías los denunció un compañero ante los comisarios generales, luego de enterarse de las tropelías que estaban realizando. Al segundo, quien vive en Palmira, lo denunció su esposa.
¿Por qué la esposa? La mujer sospechaba que su marido, de 39 años, quien presta servicios en la Unidad Especial de Patrullaje (UEP) de Las Heras, le estaba siendo infiel. No tenía cómo sacarse la duda y pensó en una estrategia que llevó adelante.
El domingo el policía finalizó su turno de servicio y se dirigió a su vivienda de Palmira, San Martín. Llegó la noche y se acostó a dormir. Su pareja tomó el celular de él y comenzó a revisarlo. ¡Sorpresa! La mujer comprobó que sus sospechas eran ciertas, su esposo le era infiel. Pero también encontró, entre los mensajes, conversaciones que daban cuenta que el policía llevaba droga desde Las Heras hasta su Palmira natal donde la vendía.
La mujer hizo capturas de pantalla y comenzó a reenviarlas por grupos de WhatsApp de amigos y conocidos, entre los que también había otros uniformados que ella conocía. Los receptaron no se quedaron quietos y reenviaron esas conversaciones a otros conocidos y grupos. Así fue que llegó hasta algunos jefes policiales que se vieron obligados a realizar la denuncia penal en el Juzgado Federal.
El uniformado fue puesto en revista pasiva y se le quitó el arma reglamentaria. Además, se le inició una investigación interna a cargo de la Inspección General de Seguridad para determinar su responsabilidad en el hecho viralizado por su esposa.