Meses atrás, el Gobierno confirmó la compra de un avión presidencial, cuyo nombre elegido para reemplazar al Tango 01 es el de ARG 01. Tras una licitación en la que se presentaron tres ofertas, sólo una satisfizo los requisitos del pliego (y de Alberto Fernández).
Sin embargo, el nuevo avión presidencial deberá atravesar una segunda inspección, para lo que esta semana una comitiva oficial viajará a Louisiana (Estados Unidos) para certificar que se terminaron las reparaciones pedidas en enero. En principio, el avión llegaría a Argentina en marzo.
Es la segunda vez que una comitiva argentina viaja a EEUU en una misión oficial vinculada a la compra del avión: recientemente, fueron y detectaron 54 componentes vencidos o con menos del 50% de vida útil dentro de la cabina.
“Las 39 máscaras de oxígeno de pasajeros ubicadas en los paneles superiores del techo se encontraban vencidas. Por normativa se exigió el reemplazo de las mismas”, dice un reporte oficial al que tuvo acceso Infobae y dio a conocer este lunes.
Los enviados del Gobierno también encontraron que el sistema de entretenimiento de la cabina estaba desinstalado. “El avión tiene que estar impecable para su entrega“, advirtieron en el Gobierno.
Si no hay imprevistos, el próximo paso sería el “vuelo de aceptación”. “Es un vuelo corto a Sarasota, en el estado de Florida, porque el avión está radicada en ese lugar, es una cuestión impositiva”, explicaron.
El siguiente paso sería la firma del contrato. Recién en ese momento, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que funciona como garante del proceso, deberá transferir los U$S 22.230.000 que había depositado el Gobierno antes de fin de año.
No es todo. También se realizará un vuelo a Europa para certificar los dos motores en el cruce del Océano, y hay varios trámites previstos para cambiar la matrícula del avión. El último paso sería la pintura nueva con un modelo similar al que ya se utilizó en los helicópteros de la flota oficial, con los colores de la bandera argentina.
En la licitación internacional se presentaron solo tres oferentes y uno solo cumplía con todos los requisitos: el Boeing 757-256 de C&L. El nuevo avión tiene capacidad para 39 pasajeros, un dormitorio principal con todas las comodidades, y otros dos dormitorios de visitas.
La aeronave empezó a volar en el 2000, se modificó a configuración VIP en 2004, y tuvo una remodelación en 2012. Luego de una extensa negociación, el Gobierno transfirió U$S 22.230.000 y además se comprometió a entregar el viejo Tango 01, valuado en casi U$S 3 millones.