Los autores fueron tres peligrosos asaltantes. A la víctima la identificaron como un policía de la Comisaría Décima de Maipú, de 34 años. El ataque ocurrió durante la siesta en la calle lateral sur del Acceso Este, hacia el oeste de calle Margarita, pasando un lavado de la localidad de Fray Luis Beltrán. Hubo golpes y resistencia. Pero no pudo impedir que le sustrajeran sus pertenencias.

Al efectivo lo golpearon en la cabeza y le robaron el arma reglamentaria en cuestión de segundos. Intentó recuperarla persiguiendo a la banda de ladrones durante varios kilómetros y terminaron disparándole con su misma pistola calibre 9 milímetros. No terminó herido de milagro. Algunas de las secuencias de la huida de los sujetos fueron captadas por cámaras de seguridad del Ministerio de Seguridad. No hubo detenidos.

El hecho no había trascendido por pedido de los efectivos de la Unidad Investigativa departamental, los primeros que comenzaron a trabajar el caso, para intentar recolectar la mayor cantidad de información posible del suceso.

Lo cierto es que, de acuerdo con información a la que accedió El Solel ataque sucedió a las 15.30 y el miembro de la fuerza debió ser trasladado a un hospital luego de que le perdiera el rastro el grupo delictivo en el interior del barrio Bajo Flores.

La reconstrucción inicial sostiene que la banda de asaltantes era integrada por un hombre que vestía gorra blanca, era delgado, medía un 1,70 metros aproximadamente y presentaba un corte en una ceja. Fue marcado como quien portaba el arma de fuego “tipo revólver”, describieron las fuentes. Otro llevaba ropas oscuras y el restante era “robusto, de tez blanca, rubio y vestía buzo negro”, agregaron.

Lo cierto es que el policía con destino en la Comisaría Décima de Maipú circulaba en su vehículo particular, un Renault Clio rojo, cuando fue interceptado y chocado por la gavilla, que lo hacía en un Renault 12 blanco. Este vehículo tenía el dominio colocado “y era fácil de identificar”, contaron policías que hablaron con este diario.

Le cortaron el paso en el lugar citado y dos de los delincuentes bajaron. El que llevaba el revólver le dio cachazos en la cabeza a la víctima y la redujo. Con el policía inmovilizado, comenzaron a revisar su vehículo. Así fue que dieron con una billetera, dinero en efectivo y el arma provista colocada en la pistolera del chaleco. La robaron y volvieron al Renault 12 para darse a la fuga.

Lo hicieron por el acceso Este hacia el este. El policía, herido, se subió al Clio y comenzó a perseguirlos. Sabía que le habían sustraído el arma e intentaba recuperarla. Durante el trayecto, los chocó en varias oportunidades.

Mientras se encontraban a corta distancia, uno de los malvivientes salió por el sector del acompañante y comenzó a disparar una de las armas. De acuerdo con las imágenes de cámaras de seguridad que analizaban los investigadores policial y judiciales, se trataba de la 9 milímetros del efectivo.

La persecución los depositó en el barrio Bajo Flores. En ese complejo el trío delictivo abandonó el auto blanco y lo dejaron abandonado. “Se dispersaron por diversos sectores del barrio y los perdieron de vista”.

La novedad ya había ingresado al CEO y personal uniformado se dirigió a toda velocidad hasta ese lugar. Los uniformados trasladaron a su colega hasta el Hospital Metraux y un médico de guardia diagnosticó diversas heridas cortantes en cuero cabelludo con sangrado. De los ladrones, no hubo novedades.

Fuente: El Sol

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