La situación de Argentina tras la PASO Nacionales, que trajo aparejada la devaluación del peso, la suba del dólar oficial y el salto del blue, generó un sacudón importante en el sector de la Salud, ya que se registró una importante suba de precios de los insumos y, en algunos casos, faltantes.

Por tal motivo, tal como ocurre con médicos privados de más de 60 especialidades que desde el 1 de septiembre cobrarán un copago que rondará los 3 mil pesos, los bioquímicos nucleados en la Asociación de Bioquímicos de Mendoza están analizando cobrar un copago para hacer frente al elevado costo de los materiales que, en los últimos meses, superó el 30%.

“El panorama es insostenible para cualquier profesional de la Salud y si bien no hemos aplicado un coseguro en las prestaciones, estamos analizando tomar una medida acorde para no perder más dinero”, comentó el bioquímico Rafael Pérez Elizalde.

Reunión cumbre

Mientras en Córdoba y Misiones ya se aplica el cobro de un adicional a los pacientes que se realizan cualquier práctica en un laboratorio, en Mendoza la situación está por analizarse, aunque algunos profesionales ya se anticiparon y comenzaron a cobrar el plus.

Esta situación se ha observado, en algunos asociados de la Obra Social de Empleados Públicos de Mendoza (OSEP) que, luego de realizarse determinadas prácticas, tuvieron que abonar un coseguro. Si bien el mismo varía de acuerdo con la práctica efectuada, los valores oscilan entre los 3 mil y 6 mil pesos.

Desde la Asociación de Bioquímicos de Mendoza advirtieron que “la próxima semana, precisamente el miércoles por la tarde, habrá una reunión clave para determinar cómo hacer frente a la situación que atraviesa el país”.

“Si bien todavía no es un hecho el cobro del coseguro, sí hemos estado en contacto con la entidad que nos nuclea para resolver la situación, sobre todo, para ver la posibilidad de acortar los tiempos de demora que las obras sociales y prepagas tienen para abonar las prestaciones brindadas”, expresó Pérez Elizalde.

El profesional comentó que la demora que hoy existe varía según la gerenciadora, pero es de entre 4 y 6 meses. “El tema es que los insumos que nosotros usamos tenemos que abonarlos con 15 o 30 días como máximo de retraso y los mismos ya vienen con aumentos y en dólar”, explicó el especialista.

En cuanto a la suba de los insumos, se estima que ronda el 30% y ya se aplica en productos como: reactivos de diagnóstico para laboratorios de análisis clínicos, agujas de extracción, jeringas de 5 y 10 milímetros, guantes descartables, tubos de muestra, entre otros.

“A eso hay que sumarle el costo de equipamiento, sueldos, impuestos y servicios que hacen que el margen de ganancia de los laboratorios sea cada vez más chico. Nosotros estamos cubriendo los gastos con ahorros”, comentó Pérez Elizalde.

Por su parte, Graciela, dueña de otro laboratorio, aseguró que “los aumentos son constantes, no de estos últimos meses”, y que el modo de afrontar los costos es mediante el estoqueo, es decir, comprar cada dos meses para surfear la inflación, pero asegura que cada vez se torna más complicado.

Falta de insumos

A pesar de los elevados precios y los constantes aumentos, aparece otro grave factor y es la falta de distribución de productos. Las empresas están demorando las entregas porque no saben cuándo repondrán la mercadería y a qué precio y eso complica la logística del laboratorio.

“Ante esto, lo que hemos hecho es contar con un stock importante de reactivos, material descartable y esperar que en algún momento nos paguen las gerenciadoras”, comentó Pérez Elizalde.

Fuente: El Sol

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