Un nuevo hecho de violencia se produjo en Rosario. En un campo de Coronel Bogado, un hombre de 72 años mató de un escopetazo a un sospechoso que ingresó junto a tres cómplices a su casa a robar. Inicialmente fue demorado pero luego recuperó la libertad, ya que la investigación que está llevando adelante la fiscal Georgina Pairola estableció que se trató de un caso de exceso de legítima defensa.

El miércoles alrededor de las 18.30hs, los delincuentes irrumpieron en la propiedad del hombre efectuando disparos. Según los datos recolectados por la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal, la víctima se encontraba trabajando en el criadero de gallinas ubicado en un camino rural a 49 kilómetros de la ciudad de Rosario. De repente, entró un Ford Focus a gran velocidad del que bajaron cuatro personas armadas y tomaron de rehén a su esposa.

Los ladrones empezaron a exigir dinero y redujeron a la mujer.
 Acorde a la información que suministró el dueño del lugar, identificado como C.S., al observar la situación, decidió esconderse para poder ir en búsqueda de su arma personal y defender a su esposa.

Cuando uno de los sospechosos le apuntó al dueño, alcanzó su escopeta calibre 16 y le disparó en el rostro, provocando su muerte inmediata. El resto de los ladrones se dio a la fuga. “Ahí apareció un auto blanco que los levantó. No sé si le alcancé a pegar, pero cuando se iban les disparé otro escopetazo”, contó el hombre asaltado.

Cuando el personal policial llegó al lugar del hecho, se comprobó el fallecimiento de un hombre de 46 años identificado como Gustavo Daniel Rattaro. Desde la subcomisaría 10ª de Coronel Bogado se dispuso que el cadáver fuera trasladado al Instituto Médico Legal de la Unidad Regional II de la policía de Rosario para realizar la autopsia.

Los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) secuestraron armas de fuego que serán peritadas para identificar si se utilizaron en el violento episodio.

Inicialmente el autor del disparo fue detenido pero tan solo horas después la fiscal ordenó su libertad al considerar que lo ocurrido consistió en un crimen enmarcado en una legítima defensa. “Anoche nadie pudo dormir en la casa. A mí me tuvieron demorado en la comisaría hasta que la fiscal se dio cuenta de que no hubo más opción que la que me tocó”, declaró el jubilado.

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