“Estamos cansados de la inseguridad y de que nos roben, así que hicimos un plan, nos dividimos tareas, y vamos a agarrar a los delincuentes que entren a robar, sin dañarlos”. Las palabras pertenecen a un referente de barrio Villa Los Artesanos, ladera sudeste de la ciudad de Córdoba, donde este jueves un grupo de 60 vecinos corrió, ató y entregó a los oficiales de la Policía de Córdoba a un presunto ladrón.

El hombre, identificado por fuentes policiales como Leonel Loza (28), habría intentado ingresar a una vivienda de un habitante reciente del sector.

Desde la Policía provincial desaconsejan la creación de patrullas o brigadas vecinales que salgan a hacer patrullaje para vigilar y detener ladrones. Desde la fuerza de seguridad se insiste siempre que hay que llamar al 911 y alertar ante una situación de riesgo. “La Policía está capacitada y preparada para actuar ante un delincuente. La gente no. Y esas reacciones, pueden terminar en algo grave”, señalaron altas fuentes policiales.

La ley argentina permite y habilita la aprehensión privada: la captura de un ladrón por parte de civiles siempre que sea in fraganti. No debe ser golpeado ni linchado. Y se debe llamar cuanto antes a la Policía.

“El ladrón quiso meterse en la casa de un vecino nuevo del barrio que había comprado la vivienda a otro habitante que se fue. Rompió la cadena de la puerta y se metió dentro a las 6 de la mañana. El vecino gritó. Tal como habíamos quedado en una reunión que tuvimos días atrás, todos salimos de nuestras casas”, explicaron fuentes del barrio.

El sospechoso salió corriendo y escapó por cinco cuadras, mientras intentaba refugiarse. Finalmente, se topó con otros vecinos que se habían organizado para no dejarlo pasar.

Finalmente, acorralado por más de medio centenar de perseguidores, fue capturado en la intersección de las calles Córdoba y Esperanza.

“Hace un mes que estamos sufriendo muchos robos. Son unos caraduras porque vienen desde el barrio José Ignacio Díaz, a metros del puente que conecta a los dos barrios, y nos vacían las viviendas. Hace dos semanas le vaciaron la casa a una mujer joven, trabajadora y su papá sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) por los nervios”, contó otro vecino.

Desde este robo que marcó un antes y un después para la barriada, decidieron juntarse en el salón del comedor donde habitualmente se reúnen. Se trata de una comunidad con fuertes lazos entre sus miembros, la mayoría provenientes del Perú.

“Los vecinos instalaron cámaras en sus casas y así pudimos identificar quiénes eran los que nos estaban robando. Se trata de gente que conocemos porque antes eran vecinos del lugar. Vendieron su casa, se gastaron todo el dinero y ahora vienen a molestar. No lo vamos a permitir”, explicaron.

En villa Los Artesanos, la vecindad decidió que, ante una amenaza de robo o un hecho concreto, se activarán guardias vecinales y los habitantes saldrán a las calles a actuar.

Desde la Policía insisten en desaconsejar esa acción por el riesgo que implica.

“No lo lastimaron. Sólo le dimos una cachetada y lo atamos, porque el tipo empezó a tirar piedras. Ahí esperamos hasta que vino el comisario”, aseguraron.

En ese interín, cuando acababa de llegar la presencia policial, hubo otra corrida. Todo sucedió ante la llegada de los familiares del acusado, quien se encontraba atado.

Según fuentes vecinales, un hermano del presunto ladrón se hizo presente junto a su hermana para protestar. “Tenía un cuchillo y empezó a correr a un vecino. Este dio la voz de alerta y lo corrimos. Lo agarramos en el puente y le pegamos ‘como a chico malcriado’”, dijeron.

Luego la Policía se lo llevó detenido y se le secuestró un cuchillo.
Una presunta agrupación que se dedica al delito es reconocida en la zona sudeste de la ciudad como “la banda de los Mellizos”. Así la denominan porque los sospechosos tienen rasgos similares.

Hace unos años, según fuentes vecinales de barrio Villa Los Artesanos, esas personas se asentaron en el barrio. Al poco tiempo, notaron que empezaron a faltar objetos de valor y todo parecía indicar que ellos estaban detrás de los hechos.

Los vecinos decidieron instalar cámaras de vigilancia. Tienen en su poder cientos de fotos y videos donde se ve a los acusados perpetrar actos delictivos.

Según aseguraron, entran a viviendas y se llevan objetos portables, como televisores.

Semanas atrás, habrían desvalijado una vivienda, según se denunció ante la Justicia. Ese robo a gran escala acabó con la paciencia de gran parte de los habitantes.

“No queremos lastimar a nadie y que nadie salga lastimado. Por eso hablamos con el comisario y nos dijo que nos van a cuidar. Sólo queremos que no se lleven el fruto de todo nuestro esfuerzo”, pidió un vecino al borde de las lágrimas.

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