Son 48 personas que figuran como contratadas de la Cámara de Diputados y que la justicia tiene casi confirmado que no cumplían las tareas por las cuales la Gobernación bonaerense les pagaba unos $700.000 a cada uno. Incluso, alguno de ellos declararon desconocer que trabajaban en la Legislatura provincial.
Hace varios años que el puntero massista Julio “Chocolate” Rigau se quedaba con la plata de esos contratados. Según la Justicia, el desfalco a las cuentas públicas provinciales ascendería a $800 millones.
La fiscal Betina Lacki, encargada de tomar las indagatorias y hurgar con ojos de lince en el teléfono de Chocolate, encontró las evidencias necesarias para pedir la detención de cada uno de esas 48 contratados y los que serían los jefes de la asociación ilícita, el clan Albini que responde políticamente al Frente Renovador y son los apoderados de Unión por la Patria en territorio bonaerense: papá Claudio y su hijo Facundo, concejal massista de La Plata que acaba de renovar su banca en la lista bendecida por la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Los datos que se detallan en estos tres párrafos anteriores, no habrían sido lo suficientemente graves para que la Legislatura provincial vuelva a depositarle los sueldos, en total suman unos $27 millones, a cada los imputados en la causa conocida como las Tarjetas de la Corrupción.
“En realidad, serían $54 millones porque a Chocolate lo agarraron un 9 de septiembre y de acá salieron los sueldos que se cobran a principios de octubre y los de este mes”, señalan desde la Legislatura.
“Como la fiscalía retuvo las tarjetas de débito que tenía Rigau, los dueños de esos plásticos tuvieron que cobrar por caja, es decir, yendo la Banco Provincia con sus documentos”, agregan, en este caso, desde la Justicia platense.
Un importante ex candidato de este año que conoce muy bien los embrollos que suele haber entre los legisladores de todos los espacios políticos, indica que hay una cuestión administrativa complicada de obviar para dejar de pagarles los sueldos a los implicados en el Chocolate Gate.
“Para dejar de pagarles, deberían estar procesados que es lo ameritaría a bajarles los contratos. Pero como muchos de ellos tienen muchos años de contratados, para la Justicia laboral tienen rango de personal permanente. Habría que abrirles algún tipo de sumario”, sostiene.
Al puntero Chocolate, que también está contratado como “electricista”, lo suspendieron y por eso no se le habría depositado su salario, que es mayor del de los otros contratados y superaría los $900.000.
Además, el juez de la causa, Guillermo Federico Atencio, todavía no bloqueo las cuentas de los contratados.
“Creemos que el magistrado está esperando que la Cámara le libere las manos y decida la apelación presentada por la defensa de Chocolate y de los Albini sobre la anulación de causa que los anteriores camaristas apartados, Juan Alberto Benavides y Alejandro Villordo, habían concedido”, apuntaron desde la Fiscalía.
Benavides y Villordo son los camaristas sospechados de tener amistades políticas que hayan incidido en su fallo para anular la causa de Chocolate. Esa anulación fue revertida por Casación. A raíz de su actuación, el Fiscal General de la Provincia, Julio Conte Grand, pidió iniciarles un Jury a ambos camaristas para echarlos de la Justicia.
Fue tal el escándalo, que el vienes pasado, Benavides y Villordo se tuvieron que apartar de la causa. En su lugar, fueron nombrados, Miriam Patricia Ermili y Ernesto Julián Ferreira, quienes se suman al juez Fernando Mateos, que ya integraba la sala y fue el único que votó en contra de anular la causa de Chocolate Rigau.
Regresando a la Justicia de Garantías, el magistrado Guillermo Atencio tiene tiempo para definir si detiene a los investigados hasta el martes, por el pedido de prisión preventiva que hizo la fiscal Lacki para todos los integrantes de la supuestas asociación delictiva.
“Para el martes, haya o no una definición de la Cámara por el pedido de nulidad, lo más probable es que Atencio avance y ordene detener a los Albini y los dueños de las tarjetas de débito”, afirmaron las misma fuentes que conocen como como casi nadie los pormenores de lo que sería una de las tramas de corrupción más escandalosas de los últimos años.