Marcos Galperin es el empresario más rico de la Argentina y, sin dudas, uno de los más influyentes. Construyó Mercado Libre, un imperio digital de ventas y pagos online que es la plataforma de comercio electrónico más grande de la región. Es también la empresa local de mayor valor, con un market cap de más de USD 82.000 millones.
Comanda un negocio exitoso que no está exento de críticas, en el país y en el exterior. Y en los últimos meses emergió como un tuitero feroz. Siempre activo en las redes, pasó de discutir años atrás con Juan Grabois y los gremios de Camioneros y La Bancaria –muchas veces con argumentos más que sólidos– a hacerlo con casi cualquier tuitero que se le cruza en el ciberespacio.
Su última pelea “tuitera” tuvo una deriva inesperada y seguramente incómoda. Mientras él da batalla en redes contra “peronia” –forma despectiva que usa para criticar a la Argentina gobernada por peronistas– y celebra que Javier Milei haya llegado para “salir de la decadencia y la pobreza en la que nos hundió el populismo”, el propio balance de la empresa muestra que recibe más de USD 100 millones por año en subsidios impositivos, beneficios que le otorga el Estado argentino.
El informe del tercer trimestre del 2023, que la empresa presenta puntualmente ante la SEC de EEUU –porque desde 2007 cotiza en Wall Street– lo describe con detalle. Así, se explica que en agosto de 2021, durante el gobierno de Alberto Fernández, la Subsecretaría de Economía del Conocimiento emitió la Disposición 316/2021 que aprobó la solicitud de la empresa para acogerse al régimen de promoción de la economía basada en el conocimiento (Ley N° 27.506 complementada por el Decreto 1034/2020). Son apenas dos párrafos de un informe de resultados de 76 páginas.
Allí se explicita que en los primeros nueve meses de 2023, la empresa recibió beneficios impositivos por USD 35 millones y USD 49 millones en concepto de “seguridad social” (aportes patronales). O sea, un total de USD 84 millones que extrapolados de manera directa superarían los USD 110 millones para todo el año.
En 2022, para esos mismos meses, los beneficios habían sumado 35 millones de dólares. En un año, 140% en dólares. Además, tiene otros “descuentos” no mencionados en esas líneas, como beneficios en Ingresos Brutos en Capital Federal y otras jurisdicciones.
El régimen de promoción comenzó con la vieja Ley del Software, que se sancionó en 2004, durante el gobierno de Néstor Kirchner,y tuvo algunas modificaciones hasta la actual ley de Economía del Conocimiento.
La propia “Meli” –según la sigla con la que cotiza– describe su funcionamiento en otro balance, el del año 2022. La norma incluye la reducción de la carga de Ganancias (60% para micro y pequeñas empresas, 40% para medianas empresas y 20% para grandes empresas) sobre las actividades promocionadas, aplicable tanto a rentas de fuente argentina o extranjeras; ofrece estabilidad de los beneficios del régimen de promoción; y da un bono de crédito fiscal intransferible por un importe del 70% (que puede llegar al 80%) del aporte a la seguridad social para empleados que hagan las actividades promocionadas que se puede usar contra IVA y, algunos exportadores, también para Ganancias.
“Les corresponde, claro. Es un gran empleador del sector, seguramente uno de los más grandes. Pero también es verdad que es el mayor beneficiario y que por alcance y tamaño, como gesto, podría renunciar. Es un régimen al que se adhiere o no”, explicaron desde el sector tech.
“El monto es muy significativo sobre todo si se tiene en cuenta que sus balances arrojaron, en esos períodos, ganancias totales por USD 1.139 millones en Argentina, con lo que los beneficios fiscales representaron por lo menos 12% de ese resultado a favor”, destacó ayer el periodista Mariano Martin, quien expuso el tema en un hilo de X.
Entre las propuestas para reducir el déficit que el gobierno anterior le pidió al Congreso que sacara con idea de eliminar ciertos beneficios, o “gastos tributarios” –la “separata” de Sergio Massa –, había un renglón para el sector de la economía del conocimiento con un total de casi $137.000 millones para este año (0,04% del PBI). Excluir esos gastos iba a impactar, se explicó en su momento, en las más grandes, con Mercado Libre a la cabeza. El tema no fue tratado por el Congreso ni para el Presupuesto de 2023 ni para el de 2024 (no hubo nuevo proyecto).
Versus los bancos
En paralelo, la tensión de los bancos con la empresa por Mercado Pago es permanente. “Mercado Libre y Mercado Pago son lo mismo: tienen el mismo CUIT para vender online o cobrar comisiones por pagos y ventas. Todo está alcanzado por los beneficios”, dicen desde una de las veredas del negocio financiero vernáculo.
Los bancos no le perdonan a Galperin que el QR de Mercado Pago no esté abierto a tarjetas de otras billeteras digitales. “Si cargo nafta con el QR de Meli puedo pagar con cualquier tarjeta de débito de cualquier billetera, pero sólo con las de crédito que están cargadas en Mercado Pago. No hay interoperabilidad. Desarrollaron Mercado Pago con dinero del Estado y ahora lo cierran. Es un comportamiento monopólico”, aseguraron desde una billetera competidora.
Dos cuestiones clave para el negocio de los medios de pago enfrentan a la fintech de Galperin con los bancos tradicionales. Y en ambos casos, hay normas del Banco Central cuya aplicación fue postergada por pedido de la empresa. Como se dijo, la primera es la interoperabilidad de los pagos QR con tarjeta de crédito, tal como ya existe con los pagos QR con transferencia.
La segunda norma en cuestión es la desactivación del Débito Inmediato (Debin), un mecanismo que utiliza Mercado Pago para que sus usuarios carguen sus tarjetas y cuentas en su billetera y hagan pagos con ellas. Ese mecanismo será reemplazado por las “transferencias pull”, que utilizan las demás apps, incluyendo las bancarias. Si la norma del BCRA entra en funcionamiento, 4 millones de usuarios de Mercado Pago deberán “enrolar” sus cuentas bancarias nuevamente en la billetera.
El trámite varía según el banco, pero puede llevar apenas un minuto y se hace por única vez. Mercado Pago alega que hay problemas técnicos para aplicar la norma que escapan a su red, ya que cada banco debe ajustar sus sistemas, y que ello puede hacer caer dramáticamente el uso de la app. Los bancos niegan que existan esas dificultades y acusan a Mercado Pago, nuevamente, de no abrirse al resto del sistema.
En ambos temas, la nueva gestión del BCRA decidió postergar la puesta en marcha de las medidas hasta el 30 de abril.
Redes al rojo vivo
Hijo de una familia de empresarios del cuero, Galperin fundó e hizo crecer su imperio digital y en 2003, luego de un episodio vinculado a un intento de secuestro en su familia, se fue a vivir a Uruguay con su esposa e hijos. Volvió en 2015 y se convirtió en uno de los empresarios favoritos de Mauricio Macri: fue el protagonista de la nueva burguesía digital que tanto entusiasmó al ex presidente. Tiempos de CEOs en el gobierno y empresarios “unicornio” como ejemplos meritocráticos a seguir.
En 2019, cuando Alberto Fernández ganó las PASO, Galperin fue el primer empresario que lo visitó en su búnker. Cuando salió lo esperaban las cámaras: se sintió emboscado y traicionado por quienes lo habían llevado. En esos meses tuvo que enfrentar una fuerte pelea con Camioneros por temas gremiales en su mega planta logística del Mercado Central y hasta lo investigaron por una supuesta defraudación a la administración pública. Fiscalizó para Cambiemos en la elección general y antes de que asumiera Fernández se volvió a Uruguay. Fue un escándalo, pero hizo escuela y encabezó una suerte de éxodo de empresarios que cruzaron el charco.
Galperin, que tiene domicilio legal y fiscal en Uruguay, amasó una fortuna que no para de crecer y que hoy suma, según Forbes, unos USD 6.800 millones. La empresa no para de crecer: en el tercer trimestre de 2023, tuvo ingresos por USD 685 millones, con un margen de 18,2 por ciento; vendió productos por USD 11.000 millones y Mercado Pago tuvo un volumen operado de más de USD 47.000 millones.
“Es fácil, mami”, escribió esta semana y otra vez quedó envuelto en una polémica mediática y tuitera.
Todo comenzó el domingo pasado por la tarde cuando una usuaria de X, Juana Cervio, una joven reclutadora tech, escribió: “Me enteré ayer que MercadoLibre hace trabajar a una amiga que labura en el área contable un montón de horas extras y NO las paga, y no les dieron ni caja navideña. Ella es Senior y labura en el área contable. Qué onda Marcos Galperin, bastante (emoji de una rata), ¿no?”.
Al día siguiente, Galperin respondió: “Es fácil, mami. Pensá una idea, empezá una empresa, hacela sustentable, contratá 55.000 empleados en toda América Latina y pagales mejores sueldos, beneficios y cajas navideñas . Yo voy a ser el primero en aplaudirte. Hacerte la Robin Hood por X es un poquito fácil, no?”. El “es fácil mami”, se viralizó de un lado y del otro de la grieta.
“Emprendo desde los 26 años (tengo 30), trabajé asesorando y armando equipos con startups de diferentes partes del mundo, ayudé gratis a encontrar trabajo a miles, y todo lo hice sin la inversión económica de mis viejos o la ayuda del estado”, retrucó Cervio mientras el tema escalaba en redes. Después, en una entrevista en Radio con Vos, reconoció que la respuesta la sorprendió “porque no negó que no paga horas extras”.
Esta vez, una simple respuesta en la red X derivó en otro run run mediático que hasta le valió un “recordatorio” de la CGT sobre que, por ley, es obligatorio pagar horas extras. Así volvió a estar sobre la mesa un tema neurálgico en la discusión política que se da desde la campaña del año pasado y de la que Galperin opina todo el tiempo: el cobro de beneficios por parte del Estado.
Un retuit suyo de ayer al mediodía habla, justamente, de subsidios: reenvió un mensaje con un video en el que un arquitecto y artista plástico criticó, con nombre y apellido, a supuestos artistas subsidiados que “ahora van a tener que demostrar su talento para sobrevivir”.
En Mercado Libre deben temblar cada vez que “el 1″ agarra su smartphone. Como sea, allegados cuentan que en estos días de verano hay algarabía en el moderno headquarters que la empresa tiene en el barrioporteño de Saavedra. No son pocos los que creen que el artículo 324 del DNU de Javier Milei puede estar apuntado a Mercado Libre, más que a grandes cadenas de farmacias. Allí, se interpreta, queda habilitada la comercialización de medicamentos de venta libre en la vía pública y cualquier plataforma. ¿Online? Sí, también, la desregulación sería total.
Así como democratizó el comercio y las finanzas, ahora Galperin podría sumar un nuevo rubro a su góndola virtual, el potente y muy lucrativo vertical de los medicamentos. Amazon Pharmacy lo hace. Sería extraño que Mercado Libre se quedara afuera.
Fuente: Sebastán Catalano / Infobae