El presidente de la Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA), Oscar Sagás, aseguró que “se terminaron los kioscos en el IOSFA” y, tras detectar “numerosas irregularidades” en el manejo del organismo durante la gestión de Alberto Fernández, dispuso encarar un plan de austeridad para reducir los gastos a la mitad, con un ahorro que estiman será de 2 mil millones de pesos por año “solo en cargos directivos”.

Sagás, médico cirujano y ex senador por Mendoza, designado en el cargo por el ministro de Defensa, Luis Petri, ordenó una auditoría que detectó numerosos movimientos irregulares durante la anterior administración, a cargo del ex intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez.

De acuerdo a un comunicado difundido por la obra social, se están analizando “244 cargos extraescalafonarios de la estructura del 2023, entre los que hay contratos temporarios, gerencias, subgerencias y roles de acompañamiento”. El objetivo es reducirlo al 50% en una primera etapa. “Creemos que con todos estos cambios podemos ahorrar anualmente casi 2 mil millones de pesos, solo en cargos directivos”, afirmó Sagas.

Entre otras medidas que se adoptaron, se mencionó la reapertura de 33 farmacias que permanecían clausuradas por no cumplir con las medidas reglamentarias por ley. También se resolvió cortar con contratos de locación de servicio y reducir la cantidad de asesores, celulares y un mayor control en los costos fijos.

Según la nueva administración, en las farmacias que la obra social tiene distribuidas en todo el país, “la mayoría no contaba con los insumos médicos mínimos necesarios para atender la demanda de los afiliados”. Además, se suspendieron “licitaciones de obras por $625 millones con el objetivo de priorizar el gasto prestacional para mejorar la cobertura a los afiliados del instituto”. Sostienen que existieron “deficiencias en los pliegos” y están analizando instrumentar ComprAR para transparentar las adquisiciones.

Además, detectaron que “en la institución había 153 celulares a libre disposición del personal político (de los cuales 50 se dieron de baja automáticamente y los otros se están auditando) y vales de nafta”.

“Encontramos una obra social con un balance en el que ingresan 20 mil millones de pesos, pero sale casi lo mismo. Si bien no hay déficit propiamente dicho, es difícil mantener el sistema en funcionamiento porque el margen de gestión queda muy acotado por los gastos excesivos”, concluyó Sagás.

“Estamos trabajando para que el afiliado tenga accesibilidad a los servicios sin importar dónde vive, queremos hacer un organigrama más ágil, dinámico y que haya controles por la oposición”, agregó.

El Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas es una obra social que presta servicio a la Gendarmería Nacional Argentina y funciona bajo la Prefectura Naval Argentina, con la fiscalización y el control del Ministerio de Defensa.

Sagás, cumpliendo con el propio mandato del presidente Javier Milei, comenzó el ordenamiento de la gestión con el racionamiento de asesores y alrededor de más de 48 contratos de los que no se conocía su labor específica, según se indicó.

Al asumir, el funcionario sostuvo: “Empezamos un nuevo tiempo, de modernización y cambios, una etapa que quiero conducir con un estilo horizontal, delegando y empoderando a los verdaderos hacedores para potenciar al servicio de IOSFA las capacidades individuales de cada uno. Vamos a trabajar en equipo, con la visión compartida de brindar lo mejor de nosotros cada día para que IOSFA siga siendo la Gran Obra Social que se merecen nuestras Fuerzas Armadas y de Seguridad”. 

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