La inseguridad sigue siendo un tema de máxima preocupación para la sociedad mendocina y, lógicamente, la Quinta Sección de Ciudad no es ajena a esta realidad. En esta zona, los comerciantes y vecinos denuncian un alarmante incremento de hechos delictivos en las últimas semanas, a pesar de las promesas que le han realizado las autoridades de abordar el tema. La realidad allí desafía las promesas, sumiendo a la comunidad en un clima de miedo e impotencia.

En una recorrida de MDZ por el lugar, residentes de la calle Juan B. Justo expresaron su frustración ante la lamentable situación: “Nos asombramos de lo que ocurre en el oeste de Godoy Cruz, pero aquí no estamos muy lejos. Es impresionante lo que se vive acá casi en pleno centro. Lo decepcionante de esto es que en campaña fue el mismo (Ulpiano) Suarez quien se acercó y nos prometió mayor seguridad, pero sigue siendo imposible dejar el auto en la vereda porque te roban las ruedas, te rompen los vidrios y te sacan las cosas que tenés. Por las noches, esto es otro lugar, corre la droga, escuchás alguna alarma que se activa en el barrio, corridas, gritos, es muy complicado vivir así. Esto es tierra de delincuentes”, expresó un vecino. 

Otra persona sostuvo que el presente es preocupante. De hecho, él mismo fue víctima de un robo hace dos meses. “Salía de mi casa con mi bicicleta cuando se acercaron dos sujetos que, a punta de una cuchilla, me sacaron todo. Hice la denuncia en la Comisaría 5°, pero no hay resultados. La vez que voy me dicen que no hay novedad. La zona detrás de Aysam es tierra arrasada”, expresó. 

En este sentido, los testimonios de los comerciantes refuerzan la gravedad de lo que sucede. Hernán, dueño de Watson Café, relató un reciente episodio de robo en su establecimiento: “Fue aproximadamente a las 2 de la madrugada cuando reventaron los candados y las rejas de la puerta principal del local. Entraron, revolvieron y se llevaron todo: computadoras, celulares, dinero, todo lo que podían cargar”. Además, destacó la falta de respuesta por parte de las autoridades locales, a pesar de haber solicitado una reunión con el intendente.

Asimismo, la falta de presencia policial también fue señalada por la gente, que resalta la ausencia de móviles patrullando las inmediaciones. El trabajador de una verdulería de la calle Francisco Moyano lamentó: “Las tardes en la Quinta son el lugar propicio para que los delincuentes hagan sus robos. Sube mucha gente de calle Belgrano que no es de la zona, sabés que no son de acá. Juan B. Justo se ha convertido en una zona muy complicada para vivir. Hace unos años, en pleno verano, me quedaba hasta las 21.30, hoy son las 20 y ya estoy cerrando pidiendo a Dios que no me rompan el local de noche”. 

Incluso, otro hecho lamentable ocurrió el pasado miércoles en el gimnasio Wod de calle Leónidas Aguirre, donde una profesora fue abordada, golpeada y asaltada por un ladrón. . 

“Fue una situación de mucho temor. Estaba abriendo las puertas cuando este hombre se me tiró encima, me metió al local y me robó el celular y la computadora del gimnasio, entre otras cosas. Tuve mucho miedo, creí lo peor porque a pesar de los gritos nadie escuchó nada. Eran las 7.30, en la calle no había nadie y estaba un poco oscuro”, detalló la víctima. 

La propietaria, en tanto, remarcó que nadie del Ministerio de Seguridad se hizo presente. “Me dijeron que el comisario encargado de Ciudad iba a disculparse y me iba a dar respuestas, pero solo enviaron dos bicicletas y tampoco apareció. De hecho, este martes en la mañana me llegó un mensaje por parte de un funcionario diciéndome que la propia ministra (Mercedes Rus) me esperaba a las 9 de la mañana en su oficina, lo cual me parece una falta de respeto tener que ir yo a  buscar una solución, cuando es labor de ella . Me pareció un papelón de su parte. No fui y sigo esperando que alguien de la Policía se haga presente”, remarcó a este medio Macarena Llaneza. 

Ante esta creciente ola de inseguridad, los residentes y comerciantes solicitan respuestas concretas. Se espera que las autoridades tomen medidas efectivas para frenar esta situación que amenaza la tranquilidad de la Quinta Sección, un sector reconocido por su atractivo turístico y gastronómico. En medio del enojo y el miedo, algunos vecinos consideran incluso la posibilidad de mudarse, marcando un indicador claro de la gravedad de lo que pasa. 

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