Edemsa vendió en 2023 menos energía, a un costo más alto y con gastos operativos superiores a los del año anterior. Por esos motivos, los números del corazón de su negocio terminaron en rojo. Sin embargo, gracias a otras operaciones financieras que nada tienen que ver con la distribución de la luz, su resultado integral fue completamente diferente: ganó casi $52.000 millones, un 700% más en comparación con el 2022.
Mientras los mendocinos comenzaron a recibir las boletas de la luz con aumentos promedios que rondan el 160%, la principal distribuidora eléctrica de la provincia anunció a sus accionistas que “el ejercicio 2023 finalizó con una ganancia de $51.934.402 (en miles) en comparación con una ganancia de $6.490.196 (en miles) en el ejercicio 2022”. Es decir, un crecimiento de 700,2%.
Los impactantes números se explican por un rubro totalmente ajeno a la distribución de energía. “Los resultados de naturaleza financiera contribuyen de manera decisiva a la ganancia final del año 2023”, admitió Edemsa en un informe presentado ante la Comisión Nacional de Valores.
De esta manera, mientras el resultado operativo de la empresa del grupo Vila-Manzano arrojó pérdidas por $6.521 millones (-350% con respecto al 2022), sus ingresos financieros aumentaron más de 1.200%: pasaron de $2.477 millones a $32.381 millones en 2023.
Este crecimiento fue generado principalmente “por el rendimiento de las inversiones del año, apuntaladas por los aumentos del tipo de cambio del ejercicio que incrementaron valor de los títulos en moneda extranjera”, anunció la distribuidora.
La reestructuración de su deuda con Cammesa, la empresa mayorista que le vende la energía, también impactó en resultado integral. Además, el informe resalta la “significativa ganancia” generada por la posición monetaria, “debido al impacto del ajuste por inflación de los estados financieros 2023”.
Estos números le permitieron mejorar sensiblemente dos cálculos financieros claves: el ratio de solvencia, que refleja la capacidad de pago de deudas de una empresa y determina si la compañía tiene problemas financieros; y el indicador de liquidez, que indica qué proporción de deudas de corto plazo pueden ser cubiertas por los activos que se pueden liquidar rápidamente.
El gran año de Edemsa
Luego de varios años de crisis recurrente, Edemsa tuvo un 2023 fantástico. En tal sentido, logró acuerdos con los gobiernos (nacional y provincial) por “ingresos no percibidos” que le permitió, entre otros beneficios:
- Refinanciar sus deudas con ventajas significativas, que incluyeron quitas y planes de pago con tasas inferiores a las del mercado.
- Prorrogar el contrato de concesión hasta 2048.
- Reducir el canon que debe pagar de 10% a 6%.
- Obtener el compromiso del Estado mendocino para que los ajustes tarifarios reconozcan los planes de pago que suscribió con Cammesa y las obras que debe realizar para garantizar el servicio.
“Los acuerdos celebrados en ejercicio 2023 contribuyeron a mejorar sustancialmente la situación económica, financiera y patrimonial”, reconoció la empresa en su documento. Con respecto a este año, las perspectivas son positivas gracias a los aumentos otorgados por el poder concedente.
Ni siquiera la inflación no figura como un gran problema ya que Edemsa considera que el impacto del alza de precios general “será mitigado” gracias a la decisión del gobierno mendocino de modificar el proceso de readecuación tarifaria, reduciendo de seis a tres meses el plazo para analizar e implementar los aumentos del Valor Agregado de Distribución (VAD), el único ítem de la factura que determina la Provincia.
En cambio, sí prende una luz de alerta “por la situación socioeconómica general y por la reducción de subsidios al costo de abastecimiento que impactará en las tarifas finales de los usuarios”. En ese punto, considera necesarios “monitorear los niveles de morosidad y pérdida de energía”.
Fuente: El Sol