Lo confirmó el ministro de Salud, Rodolfo Montero. Otra opción es que aparezcan en una lista pública de morosos y se les traben trámites en el Estado.
Ya es ley. Desde la semana pasada todo conductor que maneje borracho, provoque un accidente y necesite ser atendido en cualquier hospital público deberá pagar cada asistencia médica que reciba. Ahora la gran duda es cómo el Estado mendocino pretende cobrar esas prestaciones, sobre todo con aquellos que argumenten no tener ingresos.
La respuesta la dio el ministro de Salud, Rodolfo Montero: “Si se genera la deuda se debería cobrar como cualquier deuda, es decir se le embargarán los bienes. Hay que poner el límite hasta dónde se va a perseguir a la persona, si se puede embargar una casa, por ejemplo”, marcó el funcionario en diálogo con medios locales.
Una semana después de que se sancionara la ley, el equipo de legales del Gobierno evalúa cómo se materializará el cobro de esas deudas, sobre todo porque las estadísticas son alarmantes. Según los datos de la Policía Vial de Mendoza en lo que va del año hasta el martes 18 de este mes, se detectaron 1.051 conductores alcoholizados. La mayor parte cargaba en el cuerpo más de 1 gramo de alcohol en sangre.
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El ministro de Salud, Rodolfo Montero, explicó cómo el Estado se cobrará las atenciones médicas de los conductores borrachos que requieran hospitalizaciones y se declaren insolventes o no puedan pagar.
El contexto es de siniestralidad elevada. Mendoza sufrió 119 muertes por accidentes viales en 2022, bajó a 98 fallecidos en 2023, pero este año, en sólo seis meses ya murieron cerca de cien personas en tragedias diversas, de acuerdo a cifras de la ONG Luchemos por la Vida, del Ministerio de Seguridad, y de registros propios.
Cerca del 25 % de esas muertes fueron en incidentes provocados por personas que habían bebido y luego salieron a manejar.
Un choque en cadena provocó la intervención de policías y preventores para ordenar el tránsito en Acceso Sur, a la altura de Sarmiento, cuando un conductor borracho atropelló y mató a dos agentes que trabajaban en el lugar.
En el Ministerio de Salud acotaron que el espíritu de la ley no es que tenga un fin recaudatorio, pero sí sumar a concientizar para bajar esa alta cantidad de conductores que manejan borrachos.
“Apuntamos a concatenar varias medidas y hacer muchos más controles en la calle. Este año se ha hecho veintipico por ciento más de controles que el año pasado y se ha detectado muchísima más gente con consumo de alcohol. Avanzamos en endurecer las penas y las multas, y esta ley tiene que ver con hacerse cargo después de las consecuencias de conducir estando ebrio”, amplió Montero.
Afectar el bolsillo para favorecer la toma de conciencia
La meta de la ley que prevé cobrarles la asistencia médica a quien maneje borracho y necesite ser atendido en un hospital es por un lado concientizar dándole un golpe al bolsillo de quien conduzca ebrio, y a la vez recuperar el costo de lo que el Estado paga por cada uno de esos accidentes.
Según cálculos del Ministerio de Salud, una asistencia médica a una persona que requiera una semana de internación y alguna intervención médica en los hospitales públicos implica un gasto en promedio $15 millones, aunque puede ser variable, de acuerdo a lo que suceda en el accidente.
“Se logran esos cambios culturales si uno los ataca de diversos lados y sobre todo cuando duele el bolsillo. Al principio la gente putea, eso es cierto, pero como pasó con el uso del cinturón de seguridad, después terminan generando el cambio cultural y es importante que lo hagamos porque esta es la primer causa de mortalidad en adolescentes” marcó el ministro de Salud.
El funcionario reconoció que con el equipo de legales están discutiendo el proceso administrativo por el cual se va a ejecutar esa deuda de aquel conductor ebrio que protagonice un accidente y termine hospitalizado. Además de embargarle los bienes, evalúan que esos deudores del Estado ingresen a un registro de morosos que le impida hacer cualquier trámite que requiera habilitación del Gobierno, como por ejemplo obtener el carnet de conducir.