Este caso del hospital Scaravelli, registrado ayer a la medianoche, se suma a las denuncias realizadas por la asociación de profesionales.

Según contó el personal de este hospital del Valle de Uco – que prefirieron mantener el anonimato por miedo a represalias- en la medianoche del domingo, un hombre con problemas de adicción y con golpes en su cuerpo ingresó a la guardia del Scaravelli con un notable estado de excitación psicomotriz. 

Lo atendimos y lo dejamos en el showroom, sedado. Cuando se despertó, se arrancó el suero, quedándole la guía puesta en el brazo. Allí empezó a amenazar a todos y que ya íbamos a ver lo que nos pasaba si nos acercábamos”, explicaron. Según dijeron, en el traslado al hospital ya había agredido al enfermero de la ambulancia. 

Continuando con el testimonio, advirtieron que el paciente amenazaba con tirarle su sangre al personal del hospital. Hasta ese momento, tres médicos intentaban contenerlo. “Nos fuimos a pedir ayuda de los enfermeros y que llamaran a la policía porque la guardia policial del hospital ya se había retirado. En todo momento intentámos dialogar. Pero esta persona insistía con que no lo queríamos atender por su condición sexual”, indicó la persona denunciante.

El hombre, según el relato, decía que los iba a “enfermar a todos” e insistía con que “no me quieren tocar porque me tienen miedo. Saben lo que tengo”, detallaron y señalaron que había mucha sangre tirada en el piso del pasillo.

Más tarde, siguieron los forecejeos, y el personal del hospital tuvo que tirarlo al suelo, pero había tanta sangre que la maniobra resultaba complicada. Otro de los presentes, que intervino en la situación, indicó que cuando pudo verse notó que tenía sangre en su cuerpo, en el rostro y en los brazos. Mientras seguían los gritos y el paciente no se dejaba atender. Además, había logrado arrinconar a todas las enfermeras en una habitación. 

Finalmente, el paciente fue derribado y con mucha fuerza por parte de los intervinientes, fue sedado sobre una camilla, con las extremidades fijadas y con oxígeno colocado. Recién allí llegó el apoyo policial. 

El personal del hospital que fue contaminado con la sangre de la persona agresora está en tratamiento, mientras se determina si el autor de los hechos tiene alguna enfermedad en la sangre. “Estamos super vulnerables. Sufrimos agresiones todo el tiempo, es un trabajo de riesgo y no lo quieren reconocer. De hecho, esta mañana fui a hacer la denuncia y no había nadie para tomarla, cuando me dijeron que me la iban a tomar. Ya hay antecedentes. Necesitamos más contención y seguridad en las guardias”, finalizaron.

Desde el ministerio de Salud informaron que estaban al tanto del hecho y expresaron que se trata de un paciente psiquiátrico.

En el Notti

El jueves pasado el médico traumatólogo Daniel Michaut denunció haber recibido un golpe en el rostro luego de atender a una paciente en el hospital infantil Humberto Notti. La agresión se produjo el martes de la semana pasada cuando un hombre, pareja de la madre de una paciente, ingresó a la guardia y atacó al profesional provocándole hemorragia nasal.  

A raíz de esto, el médico hizo la denuncia en la fiscalía 8 donde se constituyó una denuncia penal por lesiones leves. Al día siguiente, el médico y sus colegas se manifestaron en la puerta del Notti para reclamar mayores medidas de seguridad. 

Profesionales golpeados en hospitales 

Si bien es cierto que los profesionales de la salud denuncian hace tiempo hechos de violencia, los últimos cuatro casos que tomaron relevancia mediática son los siguientes:

3 de julio de 2018: Un hombre agredió a un policía en el hospital Ramón Carrillo, de Las Heras. Ofuscado por las demoras en la atención agredió al personal del lugar y fue arrestado.

30 de marzo de 2019: Una mujer golpeó a una médica en la guardia del Paroissien, de Maipú. La agresora acudió al centro asistencial junto a su madre, quien tenía problemas respiratorios. La demora en la atención desencadenó el ataque.

7 de noviembre de 2019: El acompañante de una paciente golpeó a un médico en la cara, provocándole hemorragia nasal. Los médicos denunciaron sufrir agresiones constantes y pidieron mayor seguridad.

10 de noviembre de 2019: Un hombre tuvo que ser reducido por el personal médico del hospital Scaravelli, de Tunuyán. Los especialistas advirtieron que no contaban con guardia policial a la hora de los hechos. 
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