Usuarios de las redes sociales y activistas que velan por los derechos de los animales denuncian que un hombre que adoptó un minipig lo hizo a la parrilla y se la comió con sus amigos.
Roma era la chanchita de Mariela, quien debió darla en adopción porque no podía tenerla más en su casa. Confiada, la mujer la entregó a su nuevo dueño, quien le envió videos jugando con sus hijas en su casa, una propiedad amplia y propicia para que la minipig pueda vivir tranquila. Pero todo fue un engaño: apenas llegó a su domicilio se la comió.
El hombre en cuestión, llamado Facundo Medina, contactó a Mariela y le dijo que quería adoptar a Roma para que juegue con sus pequeñas hijas y que sea la mascota de la familia. Al ver que el lugar era adecuado para el crecimiento y desarrollo del animal, la mujer accedió y el hombre pasó a buscarlo por su casa el pasado 5 de enero.
El peor desenlace
Tan solo unos días después de la adopción comenzó a viralizarse un audio enviado a un grupo de WhatsApp de minipigs en el que contaron que un hombre adoptó a un chancho “enano” y luego se lo comió.
El mensaje decía que a un conocido le habían entregado en adopción una minipig y que mientras regresaba de ir buscarla, mandaba fotos del animal al grupo de amigos para que preparen el agua caliente para pelarla y la parrilla para cocinarla después.
Medina, ni bien adoptó a Roma, compartió una foto junto a ella en una camioneta. “Con la chanchi”, escribió en el posteo que hizo en su cuenta de Instagram. Esta publicación indignó aún más a los activistas, ya que consideraron que esta actitud fue de “psicópata”.
Consultada por Clarín, la anterior dueña de la chanchita dijo: “Me dijo que quería tenerla como mascota, que tenía dos nenas, me mandó videos jugando con las hijas”.
Abordado por el mismo medio, Medina se defendió de las acusaciones en su contra: “Yo no tengo nada que ver. Es un error informático“.
El sujeto indicó que un estudio de abogados especializado en delitos informáticos “está accionando en el caso en contra de todas las amenazas informáticas” que está recibiendo él y su familia. También negó haber adoptado al animal, pese a que sus propias publicaciones de Instagram lo desmienten.
En el audio que se viralizó, uno de sus conocidos cuenta: “Me contó que recién llegó de llevar la chancha (a matar). Ya prendió el fuego. Qué guanaco, qué maldito. No lo hubiese agarrado. Lo hubiese dejado con la dueña. Pobrecita. Ahora la dueña está rompiendo los huevos que quiere la chanchita de vuelta”.
La nota de voz llegó a oídos de Mariela y llamó a Medina. Él le dijo que que no la podía tener más y que se la había dado a otra persona que la podía tener. Insólitamente le comentó que la chancha “no estaba más en este plano”.
La primera dueña relató quebrada en llanto: “Me quiero matar. No lo puedo creer. Es muy cruel, me siento muy mal”.
A Medina ya le hicieron una denuncia penal, la cual se encuadra dentro de la Ley 14.346 por maltrato animal y averiguación de ilícito. El activista Fernando Pieroni, quien además convive con dos minipigs, contó que harán una demanda civil por daños y perjuicios hacia la gente que lo dio en adopción.
La mencionada ley establece una pena de “quince días a un año” para el que “infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales”.
Pieroni, concluyó indignado: “Es terrible lo que hizo. Más allá de que se maten millones de cerdos, lo que hizo este tipo es de un gran cinismo. Era una chanchita preciosa criada como un perro y el tipo fue y la mató”.