En el 2018, detectives policiales comenzaron a seguirle los pasos a una organización dedicada a la comercialización de drogas en la provincia, que estaba sospechada de contar con la participación de un uniformado. Al año siguiente, se libraron una serie de allanamientos que permitieron desbaratar la gavilla y se contabilizaron ocho detenidos -entre ellos un efectivo- y los secuestros de marihuana, cocaína y dinero.

Casi cuatro años después de la génesis de la pesquisa, en febrero de 2022, cuatro integrantes de la denominada banda “narcopolicial” fueron condenados. Uno de los sentenciados fue José Luis Llanos (40), alias el Boliviano, quien al poco tiempo accedió al beneficio de las salidas transitorias y no regresó de uno de los egresos, por lo que quedó con pedido de captura.

Luego de mantenerse durante varios meses en la clandestinidad, la tarde de este jueves fue recapturado por policías de la División Delitos Económicos de Investigaciones mientras almorzaba junto a su pareja en el centro comercial Portal de Los Andes, en Godoy Cruz.

Los sabuesos estaban tras los pasos de Llanos porque está sospechado de cometer una estafa con la venta de lotes en el Gran Mendoza. En los últimos días, se recepcionó una denuncia que se encuentra bajo la órbita del fiscal de Delitos Económicos Flavio D’Amore que apuntaba contra él y gente de su entorno y profundizaron el dato porque serían varios los damnificados.

Básicamente, el modus operandi de los autores de los engaños consiste en captar a personas interesadas en adquirir terrenos para construir viviendas o invertir. A ellos les les ofrecían lotes que no eran de su propiedad y luego de obtener dinero desaparecían, explicaron fuentes consultadas.

Más allá de eso, el representante del Ministerio Público no había solicitado hasta este jueves su captura en ese expediente y el personal de Investigaciones lo detuvo porque se encontraba en la orden del día por y conocían su paradero.

Por eso, Llanos quedó a disposición de la Secretaría de Ejecución Penal del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de Mendoza. Se esperaba que en las próximas horas fuera trasladado nuevamente al Complejo Penitenciario Federal VI de Cuyo porque así lo decidió la jueza María Paula Marisi, donde continuará cumpliendo la pena de cuatro años y cuatro meses que le impusieron a comienzos del año pasado por el delito de tenencia de drogas para la comercialización.

No obstante, el fiscal D’Amore iba a profundizar el análisis de las pruebas y podría ordenar el secuestro de las pertenencias que le encontraron a Llanos durante su captura: más de 170.000 pesos en efectivo y un celular. Fuentes consultadas indicaron que esos elementos podrían ser claves para avanzar en la causa y en una futura imputación por las presuntas maniobras fraudulentas.

La caída de banda “narcopolicial”

El 28 de agosto de 2019, después de casi un año de investigación, efectivos de la Policía Contra el Narcotráfico (PCN) desarrollaron 12 allanamientos para detener a un grupo de sujetos acusados de integrar una banda dedicada a la venta de drogas.

Una de las medidas, sorpresivamente, se desarrolló en la base de la Unidad Especial de Patrullaje Capital (UEP), donde prestaba servicios el oficial inspector Leonardo López, concoido como el Chino, quien fue capturado.

De la pesquisa surgió que el Chino López era quien más contacto mantenía con Llanos. La tarea del funcionario era coordinar la estructura de la gavilla, la venta y también alertaba sobre posibles investigaciones en contra de la organización.

El policía estaba sospechado de vender droga en una bar-pool-pub de Los Corralitos, en Guaymallén, junto a otros sujetos.

En las medidas se logró el secuestro de dos kilos de marihuana, 100 ravioles de cocaína, dos plantas de cannabis, semillas de esa planta, dinero y elementos de corte y fraccionamiento.

A eso se le sumaron dos autos Volkswagen (un Gol y un Vento), una moto Honda tipo pistera, una pistola calibre 9 milímetros, una tablet y cinco celulares.

De los ocho detenidos, siete terminaron condenados el año pasado: López recibió la misma pena que Llanos; Anahí Pérez Cisterna pactó una pena de 6 años de prisión y sus hermanos, Nadia y Cristian, de 3 años y 10 meses y 3 años de encierro, respectivamente; mientras que Héctor Alejandro Berrios y un ciudadano chileno fueron sentenciados a 3 años y 10 meses y 1 año de cárcel, respectivamente.

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