Javier Milei expuso el músculo político que La Libertad Avanza (LLA) logró en los últimos dos años y le pidió a su militancia que el domingo vaya a votar. “No se queden en sus casas, la forma de cambiar este modelo es yendo a votar”, gritó Milei, de cara al próximo 13 de agosto, en su acto de cierre de campaña. “Cuando hace dos años arrancamos este recorrido no daban dos mangos por nosotros. A pesar de todo, logramos formar el espacio”, señaló. “Y una vez que teníamos el vehículo para competir, nos dijeron que los liberales éramos muy simpáticos para las audiencias en la tele, pero no para generar votos”, recordó.

En un discurso de una hora, el precandidato a presidente por la LLA le cargó su impronta libertaria al acto de este lunes en el Movistar Arena, frente a 15 mil personas. A diferencia de otros discursos, Milei esta vez no mencionó a ninguno de sus competidores. Solo se limitó a decir que “son los mismos que en 2001” y agitó el cántico que marcó aquella época, “que se vayan todos”. A diferencia de otros competidores, no recordó que Patricia Bullrich formó parte de aquel Gobierno.

En su cierre de campaña eligió hablar solo de dos ex presidentes por nombre y apellido: Hipólito Yirigoyen, primer mandatario de la Unión Cívica Radical, y el “último Gobierno liberal” de Carlos Menem, que lo definió como “un riojano que, con falencias, volvió a poner al país en la senda del crecimiento”. Esto le valió el aplauso del público. En cambio, al primer presidente argentino después de la Ley Saenz Peña, lo ubicó como “el primer populista del modelo clientelista”. “El que no salta es radical”, gritó el público.

MILEI ESTUVO ACOMPAÑADO POR SUS PRINCIPALES FIGURAS DEL PAÍS. CRÉDITOS: TÉLAM.

En otro momento del discurso, se refirió al Gobierno de Mauricio Macri. No nombró al ex presidente, pero sí dijo “Cambiemos” y los abucheos, tímidamente, se hicieron sentir. Remarcó que “era un outsider con buenas intenciones, pero que terminó cooptado por los intereses de los políticos”. Y en ese momento dejó un diagnóstico: “Puede ser la última oportunidad de tener un Gobierno liberal por las prácticas colectivistas de los adversarios”.

“Este modelo de políticos ladrones, empresarios prebendarios, sindicalistas que le dan la espalda a los trabajadores dejó este desastre”, indicó Milei. Y agregó: “En ese contexto, de tener una sociedad de ricos pasamos a tener una sociedad de pobres, donde los únicos que prosperaron son los de la maldita clase política”. Mientras tanto, las pantallas al lado del escenario mostraban a una persona con disfraz de motosierra. Sí, su cabeza simulaba ser una motosierra, la herramienta con la que los ultraliberales tienen previsto avanzar contra la casta.

EL PÚBLICO TRUMPISTA ESTUVO PRESENTE EN LA JORNADA. CRÉDITOS: TÉLAM.

No fue el único disfrazado. En la previa un joven estaba con un tejido de león que le cubría todo el cuerpo y cabeza. Francisco Di Marco, un empleado de comercio de 22 años, llegó desde Junín, Buenos Aires, con una gorra que fue parte de la campaña norteamericana en 2020. “Trump 2020. Keep America great (mantén América grande)”, decía. “Estuve en su cierre de campaña y la traje desde allá para este momento histórico”, dijo Francisco. Lo cierto es que el presidente de Estados Unidos no fue reelecto en esa elección, tras perder contra el demócrata Joe Biden.

Milei y Trump son dos personas que pueden llegar a cambiar las cosas. Javier habla con verdad y propone cosas que nunca nadie propuso. Habla de la libertad cuando ningún político en la Argentina habla así”, analizó. El joven trumpista cree que “el Banco Central le roba a los argentinos todos los días con la inflación que genera y lo usa para financiarse ellos (los políticos)”. “El pueblo no tiene porque estar pagando la joda de los políticos”, remarcó.

Ramiro Marra, uno más entre el público de Milei

“Yo llegué acá por él”, cuenta Mario, un técnico mecánico de Lincoln, Buenos Aires, y señala a su hijo, un chico de 18 años que conoció a Javier Milei “por televisión” en 2019. “Mi sueño es trabajar con él, pero así como están las cosas no hay forma, yo me muero si se va del país, y el único que propone un cambio es Milei”, comentó el padre. Del economista ultraliberal valoró que “puede explicar economía a los que no saben”. “Yo no sé, pero lo escuchó a él y entiendo las cosas que pasan”, señaló.

En la primera parte de su discurso, Milei valoró el armado político que construyó y que en la elección nacional de 2021 consiguió el 15% de los votos en la Ciudad de Buenos Aires. Para el próximo domingo aspiran a superar los 20 puntos y los más optimistas los 25. 

MUCHOS ELIGIERON DISFRACES PARA ACOMPAÑAR A MILEI. CRÉDITOS: TÉLAM.

“Dijeron que no íbamos a pasar el piso de las PASO, después que nos iba a ganar la izquierda. Sobre el propio día de las elecciones comenzaron a disimular los conteos de los bocas de urnas para que no pasáramos el 8%, a pesar de eso, terminamos sacando el 13,5% de los votos. Después de eso seguían insistiendo en operarnos y que no íbamos a conseguir ni una banca en diputados. Conseguimos dos y cinco legisladores”, valoró el ultraliberal. 

Atrás suyo estaba su compañera de fórmula Victoria Villarruel, el precandidato a jefe de Gobierno Ramiro Marra, la precandidata a gobernadora bonaerense, Carolina Píparo, el precandidato a Intendente de La Matanza David “El Dipy” Martinez y el ex candidato a gobernador de La Rioja Martín Menem. Todos ellos arriba del escenario. Entre bambalinas estaba Karina “El Jefe”, que siguió todo el discurso a un costado, y fue destacada por Milei.

El que no subió fue Carlos Kikuchi, el armador de Milei en todo el territorio nacional, que siguió toda la jornada desde un palco en las gradas. Al lado suyo estaba el sindicalista de los peones rurales de la Uatre Pablo Ansaloni, que fue acusado de antisemita por abonar a la teoría de que “los judíos no tienen patria”.

En la previa también hubo tiempo para el agite. Marra, vestido de traje gris, se metió entre el público y empezó a arengar “la casta tiene miedo”. Hasta que se encontró con un grupo de mileístas que tenían preparada la batucada y potenciaron el grito libertario. Ahí lo subieron a los hombros y empezó a corear con todo el estadio. Tuvo su minuto de fama.

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