Alejo Arias González, el joven mendocino detenido en El Salvador tras ser acusado de integrar una banda que lavaba dinero en ese país, fue trasladado al penal de Usulután el jueves pasado. Sus padres siguen pidiendo por la liberación del muchacho de 24 años, con quien no tienen contacto directo desde que fue aprehendido en julio.

Mauricio Arias, padre de Alejo, dijo a El Sol que los abogados encabezados por Miguel Ángel Pierri, quienes representan a la familia, presentaron una solicitud para la liberación del joven. La petición incluye la posibilidad de que Alejo permanezca en El Salvador durante el curso de la investigación. Pero que están muy preocupados porque al penal donde fue trasladado “tienen restringidas hasta las visitas de los pastores”.

El padre agregó que el letrado está trabajando arduamente para allanar el camino legal, dado lo complejo de la situación en ese país. También comentó que se pusieron en contacto con la Embajada Argentina en El Salvador, pero que hasta el momento no han tenido respuesta.

La información sobre Alejo proviene principalmente del pastor Jaime Gutiérrez, quien tuvo la oportunidad de visitarlo mientras estaba alojado en el Penalito. El religioso informó a la familia que “el estado de salud de Alejo es bueno y que había sido llevado, junto con los colombianos involucrados en una presunta red de lavado de dinero, al Centro Penal de Jucuapa en Usulután”, ubicado a unos 200 kilómetros de la capital salvadoreña.

En ese establecimiento penitenciario de “régimen estricto”, los reclusos deben levantarse a las 5 de la mañana y disponen de un tiempo para la oración. Además, se les ofrece la oportunidad de trabajar en actividades agrícolas, aunque no es obligatorio. Aquellos que optan por no trabajar pasan el día en su celda.

“Nosotros estamos seguros de que nuestro hijo optó por alguna actividad y que no se queda encerrado en la celda. Pero más allá de estos comentarios que nos llegaron, seguimos desesperados y preocupados por su bienestar”, señaló Mauricio.

Por qué fue detenido Alejo

El mendocino viajó hace cuatro meses a ese país centroamericano para trabajar en una supuesta financiera, pero a mediados de julio fue detenido junto a un numeroso grupo de colombianos, un guatemalteco y tres salvadoreños. Según publicó Infobae, los detenidos están señalados de integrar una red de lavado de dinero a través de préstamos “gota a gota”.

El contexto político de El Salvador no es ajeno, ya que el presidente de ese país, Nayib Bukele advirtió que, en su lucha contra el narcotráfico (que es cuestionada por organismos de Derechos Humanos), “todos los falsos turistas, miembros de esta estructura de extorsión y lavado de dinero, aprovechen y salgan rápido de nuestro país”.

Fuente: El Sol

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