Los vecinos de los barrios del oeste de Godoy Cruz aseguran que la guerra de bandas está fuera de control. Y los investigadores que trabajan las denuncias o causas que se inician, coinciden ciento por ciento. Desde fines del año pasado, al menos tres grupos de malvivientes dedicados al narcomenudeo vienen disputándose el territorio a fuerza de balas. La base está en el popular asentamiento Campo Papa; pero otros complejos como Los Toneles, Sarmiento, San Vicente, Covitedyc, La Paz y Amei, por citar algunos, albergan a decenas personajes que también son protagonistas de los enfrentamientos.

Todos los cruces están relacionados con la comercialización de estupefacientes en pequeñas cantidades, lo que se denomina narcomenudeo. Pero en las últimas semanas los tiroteos entre las diferentes organizaciones se potenciaron y las broncas parecen estar instaladas por cualquier motivo. La sola presencia de un personaje al que consideran rival es motivo suficiente para comenzar un tiroteo con armas de grueso calibre: no faltan pistolas calibre 9 milímetros, escopetas, ametralladoras PA3 y hasta armas como un FAL, tal como denuncian quienes viven con temor en el sector.

Durante el pasado fin de semana hubo tiroteos a toda hora. Una mujer de 63 años identificada Isabel Morales recibió un balazo en la cabeza el sábado a la madrugada cuando iba a comprar a un quiosco del barrio Covitedyc y murió desangrada. Al otro día, otra llamada Rebeca recibió un balazo en la cintura. Las víctimas nada tenían que ver con los hechos. Debido a esto, el malestar y temor vecinal se potenció por la gravedad de los sucesos. Este miércoles por la tarde, fue acribillado Miguel “Pollo” Valdivia, señalado como uno de los referentes de una de las bandas del sector, tal como reveló El Sol.

Además de todo este combo explosivo, la semana pasada se registró un hecho que se mantuvo bajo estricta reserva y motivó la rápida intervención de la Policía Federal y el Ministerio de Seguridaduna de las bandas criminales del sector atacó directamente la casa de un sargento de la Policía Federal, ubicada en zona de los barrios Covitedyc  y San Vicente, es decir, hacia el este del Campo Papa.

La gravedad del caso motivó a la cúpula de la Federal de la provincia a sacar rápidamente al efectivo y a su familia de la escena. En cuestión de horas y para una mayor protección, el viernes 1 de este mes decidieron mudarlo para resguardar su integridad física, debido a que entendieron que su vida estaba en riesgo.

Tan serios fueron considerados los hechos, que hasta el jefe máximo de la fuerza nacional, comisario general Luis Alejandro Rollé, se comunicó con los responsables de la delegación local para interiorizarse sobre lo sucedido y poner a disposición recursos en caso de que sean necesario. El caso llegó también a las direcciones de Policía de Mendoza y de Investigaciones, que comenzaron a trabajar en el caso para intentar encontrar a los autores del “abuso de armas”, señala la información de El Sol.

La reconstrucción señala que el caso se dividió en dos partes. Primero el sargento denunció que una bala había impactado en su casa —podría ser perdida, producto de los constantes tiroteos— y luego, una vez radicada la presentación en la Oficina Fiscal Nº4 de calle Alvear, algunas de las facciones tomaron conocimiento que en ese domicilio habitaba un policía federal. Todas las pruebas apuntan a que se trata de personajes del Campo Papa y decidieron a ir a atacarlo en horas de la noche para amedrentarlo.

Ese segundo tiroteo presentó cinco disparos directos contra la propiedad, durante la noche del jueves. Los plomos impactaron en árboles, ventanas y e ingresaron al domicilio sin herir a sus habitantes. Un detalle no menor y que podría estar relacionado a un mensaje: encontraron un plomo intacto en una ventana.

Fuentes del caso detallaron que ese grupo de malvivientes armados, una vez enterados que allí vivía un policía federal, le bloqueó la salida de la vivienda. Pasaban y se mostraban para infundir terror y luego dispararon. Eso motivó una segunda presentación ante la dependencia del Ministerio Público.

Desde la Policía Federal de Mendoza se tomó la decisión de sacar a su efectivo, de 49 años, de la zona del conflicto. Lo llevaron a otro domicilio de urgencia. Luego se sumaron pesquisas locales y solicitaron información para avanzar en el caso.

Fuente: El Sol

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