La negativa del justicialismo a autorizarle el endeudamiento para obra publica al gobernador Suarez obligó a rehacer todas las cuentas.

Es que ahora, una parte del dinero de las arcas provinciales y municipales deberán destinarse a obra para sostener de algún modo el empleo y que éste no sufra una caída estrepitosa, sin resentir demasiado los gastos corrientes y que el ajuste no recaiga sobre los empleados estatales o municipales. Es el momento de demostrar la capacidad de administración de cada cabeza política.

Quedan pocos días de paz hasta que el fin de los festejos vendimiales marquen el inicio de las negociaciones paritarias.

Las reuniones comenzarán el lunes y los intendentes ya acordaron ir con un porcentaje de alrededor del 30% y un punto clave: sin cláusula gatillo.

Esta cláusula, puesta por haber confiado en macri, como dijo el ex gobernador Cornejo, le trajo serios dolores de cabeza a la provincia sobre todo en estos últimos meses.

Es por eso que el gobierno necesita largar con las reuniones y acordar lo antes posible: en definitiva, el número resultará de una cuenta entre lo que significaría la gatillo con el peor escenario inflacionario, o una oferta directa con el escenario inflacionario más positivo.

El 30% del que se está hablando es un número bajo hasta para las previsiones de inflación más oficialistas que hablan de un 40% para 2020. Así que la puja puede mostrar más de lo que se dice.

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