El “blindaje” del sur provincial ha quedado en un simple trámite en el que cualquier papel sirve para traspasar. De hecho, en momentos en que hacíamos este informe el intendente de Alvear, Walther Marcolini, pedía a las autoridades policiales un control exhaustivo en los ingresos por Cochicó y Canalejas; y el intendente de Malargüe, Juan Manuel Ojeda, estaba organizando -este Jueves Santo- el bloqueo de las rutas provinciales que comunican al departamento con el sur del país, sobre todo el ingreso por Pata Mora desde Puesto Hernández.

Distintos son, hay que decirlo, los pasos fronterizos entre Mendoza y San Luis. Tanto el ubicado en La Horqueta, al este de Monte Comán, en la ruta que une al sur mendocino con la capital puntana; como el de Canalejas, en la RN188, corredor bioceánico entre el Atlántico y el Pacífico que cruza por completo a la provincia al unirse a la ruta 143 en San Rafael y luego a la RN40.

Medios Andinos cubrió ambos cruces y lo que se encontró fue un fuerte vallado del lado puntano, donde la Policía -debidamente entrenada- exige no sólo el Certificado Único de Libre Circulación Nacional sino además un trámite que sólo se puede hacer en el sitio web del gobierno de San Luis y en el que preguntan desde los motivos por los que uno se desplaza hasta el estado de salud de la persona que viaja. Si le falta uno de esos dos papeles, que tienen validez de documentos oficiales, los conductores deben dar la vuelta y volver a su provincia o país de origen porque no los dejan avanzar.

Usted se preguntará porqué estamos planteando todo esto. Bien, está relacionado con que el primer caso de Coronavirus en el sur provincia ( el blindado sur provincial) se dio malargue, uno de los departamentos con menor cantidad de habitantes de Mendoza. Se trata de un hombre de 85 años, cuya famlia es de San Rafael y se encuentra con custodia policial.

Este hombre, reconocido y cuyo hijo médico violó la cuarentena originando una fuerte polémica en Malargüe, se convirtió en el paciente cero en el sur provincial. Apenas horas antes que una mujer de 84 años diera positivo también. Pero la gente ha comenzado a destacar el hecho de que varios petroleros volvieron desde Santa Cruz la semana pasada y de hecho uno de esos operarios está internado también.

Esto, en un marco en el que la Patagonia se ha convertido en uno de los nuevos focos epidemiológicos de Argentina.

 Covid 19 en Patagonia, el nexo que preocupa

Una semana atrás hubo gran barullo en General Alvear porque un micro del tipo turístico estaba “descargando” gente a la noche, en uno de los ingresos desde el sur de la ciudad. Un vecino filmó el momento y de inmediato las redes se llenaron con reclamos, críticas y opiniones despiadadas.

Video filmado por vecinos de Alvear, enojados con un micro que ingresó al departamento: 

Medios Andinos de inmediato contactó a las autoridades para que explicasen cómo es que un micro del tipo turístico había pasado las barreras e ingresado a la provincia. La respuesta fue: el micro había sido alquilado por una empresa petrolera de Santa Cruz y cada pasajero llevaba su certificado médico con el que le permitieron ingresar por Mendoza.

El autobus fue dejando trabajadores petroleros en Alvear, San Rafael, Malargüe, Tunuyán, Maipú y así sucesivamente. 35 operarios bajaron en Mendoza, y serían parte de un contingente de 141 petroleros que han quedado “a la deriva” en Río Gallegos.

Esto se relaciona con el alerta que saltó en Santa Cruz, al confirmarse como positivo de Covid 19 el caso de una mujer de 60 años, dueña de un hotel en el que se alojaban trabajadores del petróleo. La mujer se habría infectado por el contacto con los operarios y está internada en grave estado. De inmediato se activaron los protocolos y los petroleros quedaron en la mira, hasta que la empresa frenó por la cuarentena y los habilitó para volver a sus hogares.

A los pocos días, al menos tres operarios petroleros debieron ser internados al dar positivo de Coronavirus.

Malargüe tiene varias vías de acceso desde el sur patagónico, y gran conexión con el sector petrolero. Cuando en los medios de información nacionales saltó lo del llamado “Asado del Coronavirus” de inmediato una luz de alerta se encendió en varios escritorios oficiales. Es que Loconpué -la localidad neuquina en la que varias personas violaron la cuarentena para compartir un gran asado y de los participantes ya hay 2 fallecidos por Covid 19, 20 infectados y más de 60 aislados- tiene mucha conexión con el sur mendocino, al igual que Zapala y Chos Malal (que se blindaron en las últimas horas impidiendo el ingreso y egreso de gente).

Así las cosas, y mientras localidades neuquinas y de Río Negro se aislan por completo para evitar que el contagio se expanda, las rutas mendocinas son permeables. Ya se ha demostrado que ningún país, por muy desarrollado que sea, ha podido escapar a la pandemia.

A lo sumo han sido inteligentes en aplicar el aislamiento social y, de ese modo tal como se espera continúe la Argentina, han logrado aplanar la curva y lograr que la totalidad de los casos de infectados tenga una cama en un hospital cuando se dé el brote epidémico.

Mientras esto ocurre, provincias como Mendoza que tienen barreras naturales como es la Cordillera de los Andes y ríos en casi todos sus límites, podrían ser exhaustivas al momento de ver quién ingresa y porqué al territorio provincial. En cada control debería haber un control médico y de temperatura, tal como ocurre en los accesos a Capital Federal por ejemplo.

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