Luis Gabriel Mendoza (46), quien pertenecía al núcleo duro del intendente Tadeo García Zalazar, fue sentenciado en el caso de abuso sexual en Godoy Cruz. El juez consideró que abusó a la menor cuando tenía entre 12 y 15 años -entre 2013 y 2015- entre una y dos veces por semana. Quedará libre hasta que el fallo quede firme.

Luis Gabriel Mendoza (46) pasó de ser un importante funcionario de la Municipalidad de Godoy Cruz a terminar condenado a una dura pena de prisión por un abuso sexual en Godoy Cruz. La víctima fue su hijastra que denunció haber sido violada una o dos veces por semana desde 2013 hasta 2015 cuando era menor de edad. El hombre quedará en libertad hasta que la sentencia quede firme.

Este viernes finalizó el extenso juicio que ventiló una causa compleja. No sólo por tratarse de un abuso sexual infantil si no por otros componentes particulares: una denuncia previa que había quedado en la nada, la posición política del acusado y que la madre biológica de la víctima no le cree a su hija y respalda a su pareja -ver más abajo-. El juez Eduardo Martearena condena a Luis Mendoza a 11 años de cárcel por abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia con la menor y por la guarda.

Durante la etapa de alegatos el fiscal de Delitos Sexuales Gustavo Stroppiana y el abogado querellante reclamaron que sea encontrado culpable, pero pidieron más años de cárcel -12 y 15 respectivamente-. Por su lado, el abogado defensor Marcelo Biglieri clamó por la absolución de su cliente durante la etapa de alegatos.

Más allá de la alta pena, Mendoza continuará en libertad. Es que llegó en esa condición al juicio y la Ley marca que se debe respetar hasta que la sentencia quede firme. Fuentes judiciales adelantaron que es muy probable que la defensa presente un recurso para que la Suprema Corte de Justicia revise el expediente, por lo que restarán varios meses para definir si el exfuncionario queda alojado en la penitenciaría o no.

El fiscal Gustavo Stroppiana lideró la acusación por el abuso sexual en Godoy Cruz.

Abuso Sexual en Godoy Cruz

Luis Gabriel Mendoza era director general de Gestión Social durante la primera intendencia de Tadeo García Zalazar en Godoy Cruz, por lo que pertenecía al núcleo duro del mandatario. La denuncia que hizo la víctima en 2016 produjo un fuerte sacudón en la comuna y el hombre se terminó apartando del cargo semanas después.

La acusación sostiene que abusó a la menor entre una y dos veces por semana desde 2013 a 2015, cuando la víctima tenía entre 12 y 15 años. El hombre aprovechó que la familia ensamblada vivía en un domicilio en Godoy Cruz para meterse en su cama durante la noche y tocarla en sus partes íntimas. También habría cometido hechos similares mientras la llevaba en su auto hasta el colegio.

La víctima narró con detalles los vejámenes a los cuáles había sido sometida en los últimos años y retrató un contexto de abuso sexual que fue in crescendo. La madre de la denunciante negó terminantemente que su pareja haya tocado a su hija. Mendoza también declaró negando la acusación y hasta ofreció pruebas, como mensajes de Whastapp que se enviaba con la niña, que respaldaban que tenía una excelente relación con ella.

En marzo de 2017 se ordenó la detención. Para ello fueron claves un informe médico que constató una lesión en la víctima compatible con una penetración con el dedo y también las pericias de distintos organismos como el Equipo para el Abordaje del Abuso Sexual Infanto-juvenil (EPAASI) que encontraron síntomas específicos -el relato- e inespecíficos -angustia y llanto- de una persona que sufrió agresiones sexuales.

Si bien ya había una denuncia anterior -en 2014- donde la víctima se terminó retractando, los peritos reflejaron que pudo haber sido porque su madre amenazó con quitarse la vida. Tras eso, pudo haber un acomodamiento que dio lugar a los abusos crónicos y que son “mecanismos defensivos para sobrevivir” en un contexto familiar de poca contención, ya que su progenitora nunca le creyó y su padre estuvo ausente en varios períodos de tiempo. También consideró que la denunciante pudo padecer temor por el “poder político” del entonces funcionario de Godoy Cruz.

Otra de las pruebas claves para la Fiscalía fue la declaración de tres personas del colegio donde asistía la víctima -una psicóloca, una monja y un sacerdote- a quienes la víctima les confesó lo que había padecido.

Por último, planteó que si bien la pericia psicológica a Luis Mendoza no advirtió indicios de una persona pedófila, sí encontró rasgos obsesivos, narcicistas y de confirmación de poder que se pueden trasladar a lo sexual.

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