El imaginario popular, alimentado por muchos relatos épicos sobre las expediciones a la montaña, lleva de inmediato a un panorama de vida agreste. Comidas frugales apuradas en pequeños mecheros de butano o combustible líquidos, y un descanso realizado en el duro piso andino, en claustrofóbicas tiendas y bolsas de dormir vienen a la mente. Pero la realidad ahora es otra, especialmente en el Aconcagua, en Mendoza.
Basta mirar las propuestas de las distintas empresas que ofrecen servicios de guía y logística para darse cuenta de que, por lo menos, en los campamentos base, se puede disfrutar de una atención VIP, como si se tratara de un hotel en un centro turístico cualquiera.
Glamping de lujo y con todos los servicios a más de 4.000 metros de altura en plena Cordillera de Los Andes, precisamente en Plaza de Mulas, Parque Provincial Aconcagua, campamento base para trepar a la montaña más alta de América.
Se puede optar por domos individuales o con cuchetas, pero todos tienen servicios VIP.
Servicios de comida gourmet, elaborada por reconocidos chefs; vinos de bodegas reconocidas y otras bebidas; alojamiento al estilo glamping, en cómodos domos con piso de madera, camas, calefacción, luz eléctrica y sanitarios con duchas de agua caliente y servicio de wi-fi. Esto es lo que ofrecen al montañista las principales empresas mendocinas de servicios, como la tradicional Grajales Expeditions o Inka Expediciones, para que el esfuerzo deportivo no obligue a una vida espartana.
Como en hoteles internacionales
“Nos manejamos en un segmento del mercado que es un poco más exclusivo. Tenemos servicios para ese segmento, y para el otro también, más económico. En nuestro servicio, contamos principalmente con un grupo que está entre los mejores guías de Mendoza, con currículum internacional, manejo de idiomas, cursos especiales de seguridad, de medicina. Son guías muy completos”, dijo con orgullo Pablo Tetilla, uno de los propietarios de Inka Expediciones.
Sanitarios completos, y la tan deseada ducha de agua caliente son posibles cuando se intenta trepar los 6.960,8 metros del Aconcagua gracias a los servicios que ofrecen empresas mendocinas, que además cuentan con los mejores y más calificados guías para la travesía.
“Adicionalmente, brindamos servicios de alojamiento VIP, algo que fuimos mejorando progresivamente. Al principio ofrecíamos carpas individuales con colchonetas y aislantes gruesos, luego nos pasamos a camas y cuchetas en carpas compartidas, y ahora brindamos alojamiento en domos Glamping, con sommiers de dos plazas, salamadras, baños privados, luz eléctrica, y amenities e internet las 24 horas, con la posibilidad de cargar baterías de los equipos gracias a los sistemas de paneles solares que tenemos”, continuó explicando el empresario de turismo aventura.
Hay clientes con grandes exigencias, y otros más tradicionales en el andinismo. Para todos nos vamos adaptando a sus demandas
Otro de los “lujos” que provee esta empresa en plena montaña tiene que ver con la higiene: “También hemos incorporado algo muy valorado por nuestros clientes, y son las duchas con agua caliente, gracias a tecnología solar, para que se puedan bañar todos los días con agua caliente y con presión. Además, siempre nos destacamos con la parte gastronómica, donde hemos ofrecido un menú totalmente balanceado y acorde con la actividad que se está realizando en la montaña”, dijo Pablo.
Vista de uno de los centros de distribución, donde se recepcionan desde la ciudad los alimentos frescos, se empaquetan de forma que se puedan cargar en las mulas, y se envían a los campamentos base, junto con el equipo de los andinistas contratantes.
Algo muy similar ofrece la empresa decana de servicios, Grajales Expeditions, que con orgullo detalla: “Poder contar con un buen servicio de campamento es una prioridad para triunfar en el Aconcagua. Una combinación óptima de buena nutrición, descanso e hidratación adecuada es clave para mantener el alto nivel de energía que exige una gran montaña como esta: un alpinista promedio consume cerca de 10.000 calorías durante un día de cumbre”.
Luego prosigue: “Nuestros campamentos, ubicados en Confluencia (3.390 m), Plaza de Mulas (4.350 m) y Plaza Argentina (4.190 m), funcionan durante toda la temporada de escalada. Están diseñados para ser lugares altamente eficientes y a la vez tranquilos donde puede relajarse y obtener servicios personalizados. Brindamos recepción de carga libre, almacenamiento de equipo, baños y radio HF/VHF para nuestros clientes”, explicaron sobre su alojamiento, amén de los servicios de transporte de equipo con mulas.
Comida gourmet
Dejando de lado las latas de conservas y productos secos usuales, Tetilla, de Inka, destacó la bondades de su cocina “de altura”. “Nuestras comidas están hechas con ingredientes frescos. Permanentemente estamos subiendo desde Mendoza el pan fresco, la carne y la verdura”, señaló el también guía de montaña.
El verdadero milagro de ofrecer manjares frescos a más de 4.000 metros de altura y a casi 100 kilómetros del poblado más grande (Uspallata) y a 190km de la capital mendocina, está en un excelente manejo logístico. “Día por medio sube un camión frigorífico desde la ciudad, y por la noche llega a Penitentes, y ya a las 4 de la mañana salen las mulas hacia Aconcagua. Tenemos un centro logístico en Mendoza donde están encargados de comprar, embalar y despachar la mercadería a los campamentos según las reservas, allí hay preparación de alimentos, cámaras frigoríficas, transporte frigorífico. En menos de 24 horas la comida fresca llega a los andinistas”, informó el andinista y empresario.
Lo destacable es la trabajosa distribución desde los centros de acopio a los puntos donde se encuentran sus clientes. “Desde la ciudad se traslada todo al centro de despacho que se encuentra en Puente del Inca de donde distribuimos y mandamos la mercadería a los diferentes campamentos en mulas cargueras. En cada campamento, los chef deberán preparar los diferentes menúes para cada grupo. Contamos con platos vegetarianos, celíacos y veganos entre otros.
Como si se tratara de un hotel de cinco estrellas, los andinistas pueden acceder a una pensión completa que cuenta con desayuno, almuerzo, recepción y cena. También disponen permanentemente de agua fría y caliente y todo tipo de infusiones, así como frutas y otros alimentos.
Por su parte, la empresa de los Grajales, con 45 años de trayectoria, también tiene un centro logístico en el centro de esquí de Los Penitentes para asegurar la calidad de alimentos frescos, pero además hay un as en la manga, y es que en sus cocinas de altura cuenta con una chef de experiencia internacional, ya que actualmente alterna las temporadas de Aconcagua e Himalaya. Ella es Huilén Pascual, que conquistó con sus comidas a montañistas extranjeros, y tuvo que sacar pasaporte para andar por el mundo cocinando en campamentos de montaña.
“Sobre la gastronomía gourmet que ofrecemos en nuestro campamentos (también en las viandas de viaje), tengo mucho para decir. El plato que sale a la mesa, es el resultado del trabajo de muchas personas, no solo del que decide que preparar”, explica Huilén, resaltando el trabajo en equipo quitándose protagonismo.
“Es gourmet porque tenemos una persona que selecciona los mejores productos. Es gourmet, porque tenemos una base en Penitentes, donde se almacena y se embala todo lo que sube al monte. Es gourmet porque tenemos un equipo de arrieros que la rompe y unas mulas que lo dan todo, es gourmet porque en el campo base vivimos un equipo de titanes que dan todo para que nuestros clientes vivan una experiencia única, es gourmet porque todos lo hacemos todo con amor”, completó la chef Pascual.
De la cocina de Huilén salen comidas de última generación a más de 4.000 m de altitud. Se sirven diariamente tres comidas gourmet (cereales, pasta, carne fresca, verduras y frutas) todos los días, tanto el desayuno, como el almuerzo y la cena.
Respecto a las viandas de viaje, estas son cajas de almuerzo para los días de ascenso y refrigerios de recepción cada vez que la expedición llega a un campamento. Se puede optar por menúes vegetarianos y sin gluten, y se pueden atender otras solicitudes de dietas especiales.
El desafío de la montaña ahora es el del deportista contra la montaña, contando el montañista con aliados que se encargan de la logística y de mantenerlo en óptimas condiciones físicas y mentales, motivado para encarar el difícil desafío de escalar la montaña más alta de Occidente, nada menos que el cerro Aconcagua.