Tupungato tiene a 7km de la plaza departamental un basural a cielo abierto de más de 10 hectáreas.Foto: Paula Jalil/Diario UNO

Tupungato tiene a 7 kilómetros de la plaza departamental un basural a cielo abierto (BCA) de más de 10 hectáreas y en el que viven 21 personas en casas precarias. Su actividad principal es la recolección y reciclaje de los residuos que tiran tanto el municipio como la población.

Cada día los tupungatinos generan 40.000 kilos de basura y la mayoría de esos residuos se arrojan en el BCA y otra porción va al relleno sanitario ubicado en Capiz, San Carlos. Según el estudio de impacto ambiental, el BCA está a 1.500 metros del río Anchayuyo, lo que conlleva una contaminación de las aguas.

El intendente Gustavo Soto (UCR) proyecta construir una planta de transferencia y separación de residuos en el ex matadero municipal, en la ruta 89, reconocida como los Caminos del Vino. Los vecinos están en contra del lugar elegido porque está a escasos dos kilómetros del centro. Desde el municipio aseguraron que una vez inaugurada, se va a cerrar el basural a cielo abierto.

Tupungato tiene a 7km de la plaza departamental un basural a cielo abierto (BCA) de más de 10 hectáreas.

Foto: Paula Jalil/Diario UNO

Los habitantes de Tupungato exponen que la planta podría instalarse en el terrero en donde está el basural en Villa Bastías, pero desde la comuna objetan que el lugar se analizó y no es viable.

Días atrás se realizó la audiencia pública que duró más de tres horas. En la primera hora expusieron las autoridades a cargo del proyecto, del municipio y del Ministerio de Ambiente de la Nación. Luego, hubo lugar para dos horas en las que los vecinos interesados explicaron lo que a su entender son los aspectos negativos de la ubicación de la planta e hicieron las consultas pertinentes.

Los habitantes de Tupungato exponen que la planta podría instalarse en el terrero en donde está el basural en Villa Bastías.

Foto: Paula Jalil/Diario UNO

La necesidad de cerrar el basural a cielo abierto

Diario UNO recorrió el BCA junto al vecino Francisco Pancho Giaquinta (41) sin ningún tipo de control al entrar: no hay barreas, ni garitas ni nadie que impida el tránsito. “Pasó una camioneta cargada con restos de poda, los descargó, los tiró y cualquiera que venga en un vehículo particular, puede tirar sus residuos. Salvo que justo los encuentre alguien de la municipalidad. Si no, vienen, dejan basura y acrecientan el basural”, dijo el vecino.

Giaquinta explicó que las personas que viven en el terrero del basural, recolectan y clasifican los residuos. “Se les tiene que dar la posibilidad de trabajar en la planta de transferencia. Pedimos que esté ubicada cerca del basural para que no tener que trasladarlos en colectivo todos los días hacia el lugar en donde el municipio quiere instalar la planta”, añadió.

Otro de los vecinos de Tupungato, Ismael Jalil (65), sostuvo que es inadmisible que haya un basural a cielo abierto desde hace 34 años y tiene que erradicarse. Explicó que propusieron un proyecto alternativo para que la planta de transferencia de residuos se ubique a 500 metros del actual basural, que permitiría mantener y dignificar la fuente de trabajo de las personas que viven en el lugar.

Francisco “Pancho” Giaquinta e Ismael Jalil en el terreno donde Tupungato quiere instalar la planta de transferencia de residuos.

Foto: Paula Jalil/Diario UNO

Alicia Cannesa, coordinadora de Gestión Ambiental de Tupungato, explicó que se analizó instalar la planta en Villa Bastías, pero se descartó porque tiene un gran riesgo aluvional para lo cual habría que construir importantes defensas aluvionales lo que hacía inviable el proyecto.

La funcionaria sostuvo que cuando se abra la planta de transferencia, se va a cerrar y remediar el basural a cielo abierto cubriéndolo con vegetación. Añadió que uno de los puntos principales del proyecto es el aspecto social, para terminar con la irregularidad de los recicladores y que pasen a tener un trabajo digno y formal.

La coordinadora de Gestión Ambiental de Tupungato, Alicia Cannesa, sostuvo que cuando se abra la planta, se va a cerrar el basural.

Foto: Paula Jalil/Diario UNO

Familias que viven del basural de Tupungato

En el estudio de impacto ambiental se incluyó un relevamiento presentado por el municipio el 10 de agosto de 2022, que indica que hay 15 familias compuestas por 37 personas que realizan recuperación informal de residuos para su posterior comercialización.

Hay 21 personas, 15 mujeres y seis hombres, que viven en un asentamiento en el BCA en Villa Bastías y que encontraron en la basura su medio de subsistencia. La población de recicladores se autogestiona, liderada por una mujer, quien organiza los turnos de trabajo.

15 mujeres y seis hombres viven en un asentamiento a metros de esta foto en el BCA en Villa Bastías.

Foto: Paula Jalil/Diario UNO

El informe expone que el 66,7% de la población del asentamiento es menor a 36 años. Ninguna de las personas censadas tiene obra social ni cobertura de seguro, ni ha terminado el nivel secundario de estudios y sólo el 38,1% terminó la primaria.

La recolección y reciclaje constituye su actividad laboral principal y algunos son obreros rurales y lo tienen como trabajo temporal y secundario. El censo permitió establecer la diversidad de materiales que comercializan, siendo los plásticos los más encontrados.

Materiales que comercializan los recolectores informales, según datos de agosto de 2022.

Estudio de impacto ambiental

Fundamentos de la audiencia pública

La audiencia pública que realizó en el hotel Turismo Tupungato y se transmitió en vivo por YouTube. La moderadora fue Alicia Cannesa, coordinadora de Gestión Ambiental de Tupungato y el primero en exponer fue Carlos Silva, asesor del viceministro de Ambiente de la Nación.

Silva dijo que en la mayoría de los municipios del país hay basurales a cielo abierto, que son sitios en donde los residuos entran en forma descontrolada. Detalló que la diferencia con los rellenos sanitarios, es que son lugares preparados con membranas, que evitan que los líquidos lixiviados (fluido que saca la basura luego de las 24 horas, al mismo tiempo que da olor) vayan a las napas de agua y que entre el 5º y el 15º año provoca un gas combustible contaminante que es el origen de incendios.

Flyer de la exposición de Carlos Silva en la audiencia pública.

Otro de los puntos del proyecto es cerrar el BCA luego de que comience a funcionar la planta de trasferencia de residuos en Tupungato,donde los recuperadores urbanos se ocuparán de los materiales reciclables y lo orgánico se compactará y se transportará en su totalidad hacia el relleno sanitario en San Carlos. Añadió que las plantas de transferencia son “espacios fabriles en donde no hay enterramiento de residuos y simplemente transitan en un plazo de entre 12 y 18 horas“.

El asesor del viceministro de Ambiente de la Nación explicó que van a clausurar el BCA de Tupungato, mediante un cierre técnico que consiste en poner una primera capa de tierra seleccionada, otra de membrana, una tercera de tierra seleccionada y una última de tierra orgánica con vegetación autóctona.

Paula González, una de las coordinadoras del Plan de Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), detalló cómo el es procedimiento que se realizará en la planta de transferencia por gravedad que se quiere instalar sobre la ruta de los Caminos del Vino. El camión deposita los residuos en una caja cerrada, que lo compacta y lo lleva al relleno sanitario en un camión batea que tiene una capacidad de entre cuatro y cinco camiones recolectores.

Procedimiento que realizarán los camiones recolectores en la planta de transferencia por gravedad. Flyer de la audiencia pública.

Alberto Gurruchaga, magíster en Gestión Sostenible del Ambiente, explicó que el estudio de impacto ambiental no tiene objeciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien brinda los fondos a la Nación para el proyecto y tiene dictamen técnico de la Universidad Nacional de Cuyo.

El especialista sostuvo que estamos en un momento crítico de la gestión de residuos en el Valle de Uco y la cantidad de residuos que ingresan desde Tupungato al relleno sanitario de San Calos es una fracción minoritaria de las 40 toneladas que se desechan por día.

La posición de los vecinos autoconvocados por la relocalización de la planta

Los vecinos autoconvocados por la relocalización de la planta difundieron un comunicado informando que más de 150 personas acudieron al salón en donde se llevó a cabo la consulta pública. Varias de ellas expusieron ante las autoridades y entregaron un expediente realizado por los vecinos con los argumentos. Imael Jalil expresó que no descartan interponer un recurso de amparo.

El comunicado sostiene que la audiencia “dejó abierta la posibilidad de relocalizar la planta, ya que el compromiso asumido por todos los presentes consistió en evaluar la posibilidad de su instalación en otro predio alejado de zonas pobladas, tal como desde vecinos autoconvocados venimos proponiendo”.

Diario UNO recorrió el BCA junto al vecino Francisco “Pancho” Giaquinta sin ningún tipo de control para ingresar.

Foto: Paula Jalil -DIARIO UNO-

Fuente: Diario UNO

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