A 30 años de la eliminación del Servicio Militar Obligatorio (SMO), el ministro de Defensa, Luis Petri, adelantó la posición del Gobierno sobre la posibilidad de reestablecerlo. El funcionario de Javier Milei aclaró cuál es el plan de la cartera que conduce y qué podría pasar con la instrucción forzada que se eliminó en 1994 durante la administración de Carlos Menem, en el marco de la muerte de del soldado Omar Octavio Carrasco. “Vamos a evaluar”, deslizó Petri. No obstante, autoridades enviaron un comunicado en donde desestimaron que el regreso del SMO esté en discusión.

En declaraciones a la prensa en medio de la Fiesta de la Vendimia, que se celebró en Mendoza -su provincial natal- este fin de semana, Petri dio detalles de los planes para su cartera. “Lo que tenemos en carpeta es de jerarquizar y reivindicar a las Fuerzas Armadas. En tanto y en cuanto tengamos presupuesto, vamos a hacer todos los esfuerzos para ir en ese sentido. Sí queremos, claramente, modificar las condiciones del servicio voluntario para garantizar la terminalidad educativa”, indicó.

Luego, hizo hincapié en la necesidad de mejorar la instrucción voluntaria. “Hoy tenemos un servicio voluntario que va entre los 18 y los 28 años de edad y no garantiza la terminalidad educativa. Y esos chicos que salen del servicio militar no tienen herramientas para incorporarse en el mercado laboral. Queremos reformular el servicio militar voluntario, reformular los liceos para volver a los viejos liceos que tanta calidad supieron tener en toda la República Argentina. Y estas son las cuestiones a las cuales nos estamos abocando”, expresó.

Tras ello, fue nuevamente consultado sobre la posibilidad de restaurar la obligatoriedad de la formación militar, posibilidad que ha sido discutida dentro del plano libertario cuando recién comenzaba la carrera hacia la Casa Rosada, pero que no se volvió a instalar hasta ahora. “Hoy no están dadas las condiciones, pero es una cuestión que vamos a evaluar con el oficialismo y con la oposición”, cerró.

Tras las declaraciones de Petri, desde Defensa aclararon: “Nunca se pensó la vuelta del servicio militar obligatorio”. “Sí se está estudiando y trabajando en una reestructuración del servicio militar voluntario para garantizar la terminalidad educativa”, precisaron.

Y reforzaron: “Se quiere reformular el servicio militar voluntario y reestructurar los liceos, para volver a los viejos liceos que tanta calidad supieron tener en toda la República Argentina”.

El Servicio Militar Obligatorio

El Servicio Militar Obligatorio existió en la Argentina durante 92 años, entre diciembre de 1901 y agosto de 1994. Fue sancionado a través de la Ley N° 4031, que llevaría el nombre del Coronel Pablo Riccheri, el ministro de Guerra de Julio Argentino Roca. Según esta legislación, la conscripción forzosa podía alcanzar a todos los jóvenes argentinos, nativos y naturalizados, que hubieran cumplido veinte años —posteriormente, se estableció la línea a los 18 años— el año anterior a su llamamiento.

El sistema de selección constaba de un sorteo, transmitido por los medios de todo el país, en el que cada potencial candidato tenía un número entre 1 a 1000 asignado a cada uno de los últimos tres números de identificación nacional de los ciudadanos hombres. Cada año se anunciaba un número de corte, y aquellos ciudadanos cuyo número de identificación nacional correspondía a un número de sorteo por encima del corte debían pasar la revisión médica para ser inscriptos al año de SMO. Concebido en el marco de las tensiones territoriales con Chile, que eventualmente podían derivar en un conflicto armado, el plan de Riccheri buscaba entrenar a 100.000 jóvenes en las artes militares en un plazo de diez años.

El ministro de Defensa, Jorge Taiana, encabezó el acto por el Día del Ejército Argentino.Ministerio de Defensa

Aunque formó parte del paisaje nacional por más de nueve décadas, el involucramiento de las Fuerzas Armadas en la política nacional a través de golpes de Estado, así como los abusos reportados por numerosos conscriptos por parte de sus oficiales, comenzaron a desacreditar la función moral del SMO.

La Guerra de Malvinas, en la que buena parte de las tropas nacionales estuvieron conformadas por conscriptos que cumplían el SMO, debilitó aún más el sistema, cuya tasa de reclutamiento se achicaba mes a mes. Otros factores que contribuyeron a que se discutiera la vigencia de este sistema, ya bajo el gobierno democrático de Raúl Alfonsín, fueron los alzamientos Carapintadas de 1987 y 1990 y la hiperinflación de fines del gobierno radical y principios del de Menem, que hacían a muchos cuestionar el nivel de gasto del SMO.

Todo cambió un año después, el 31 de agosto de 1994, cuando la desaparición y posterior hallazgo del cuerpo de Omar Carrasco, un conscripto que había muerto producto de una paliza de sus oficiales mientras realizaba el SMO y cuyo cadáver estuvo desaparecido por un mes, motivaron que el presidente Menem suspendiera la obligatoriedad mediante un decreto y habilitara el SMV, que rige actualmente.

LA NACION

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