La investigación contra el clan Caroglio es una de las más enredadas que lleva adelante la Justicia provincial en los últimos meses. Acumula más de un centenar de denuncias por estafas, las sumas son millonarias en dólares, hay seis sospechosos identificados y se han realizado decenas de audiencias para definir si continúan presos o no. Justamente, en los últimos días, uno de los sindicados obtuvo un beneficio.

Se trata de Hans Breuer Dieter, un chileno de 39 años radicado en Mendoza que contactaba a los clientes que querían invertir en criptomonedas y terrenos en el metaverso. Es decir, para la Unidad Fiscal de Delitos Económicos, se trataba de uno de los nexos entre los líderes de la presunta estafa piramidal, los hermanos de apellido Caroglio, y las víctimas que terminaban estafadas con jugosas inversiones que nunca volvían en forma de ganancias.

Hans Breuer es el único de los seis imputados que se encontraba en prisión domiciliaria. Luego de varias audiencias de escuchar a las partes, la jueza Marina Martín decidió comenzar a resolver una por una la situación del sexteto de sospechosos. El viernes pasado, la magistrada le otorgó el recupero de libertad previo pago de una caución de $50 millones.

Fuentes judiciales aclararon que no fue que la jueza consideró que haya pocas pruebas contra Breuer o que no hay riesgo de fuga, pero tuvo en cuenta que lleva más de 9 meses privado de su libertad, lo que es excesivo considerando la pena que podría recibir si es encontrado culpable en el expediente.

La historia tendrá su continuidad el próximo viernes, en otra audiencia donde se resolverá la situación de Juan Ignacio Manduca (35), otro los vendedores de la banda, quien ya se encuentra en libertad.

Luego restará resolver la situación de Lucas Zalazar (32) y de los hermanos Giovanni (28), Genaro (31) y Gintajalil (31) Caroglio, sindicados como líder y organizadores de la asociación ilícita. En sus casos, se encuentran detenidos.

Estafas en la bolsa y el metaverso

Giovanni Caroglio era la cara visible y cabecilla de una empresa llamada We Are Capital que captaba a inversores a través de jugosas ofertas. Ofrecía a las personas que aporten un capital de dinero -generalmente en dólares- ganancias de entre el 3% y 8% mensual, un interés ampliamente superior al que ofrece cualquier banco u otra entidad privada en el mercado.

La empresa tenía un manto de confianza ya que poseía oficinas con varios empleados -incluso una en la coqueta zona de Puerto Madero en Buenos Aires- y sus líderes se mostraban como emprendedores que sabían mover el dinero en la bolsa de valores.

Incluso realizaron distintas acciones publicitarias con influencers nacionales como el conductor Darío Barassi, Alex Caniggia y hasta el youtuber Momo. Además, destinaron fondos para sponsorear eventos virtuales importantes, como los “Coscu Army Awards 2021”.

Varias personas aportaron su capital a mediados de 2021 y recibieron los primeros pagos de ganancias, lo que motivó que en algunos casos convocaran a sus allegados formando un esquema de estafa piramidal, según sostiene la fiscalía. La inversión inicialmente era para la compra de acciones en la bolsa pero luego cambiaron a la adquisición de terrenos en el “metaverso”, un universo virtual donde la empresa iba a lanzar un videojuego que haría subir considerablemente el valor de los lotes.

Sin embargo, en los primeros meses de 2022 se discontinuó el pago y a fines de ese año comenzaron a llegar las denuncias por parte de los damnificados. Entre los acusadores hay una gran variedad: la mayoría radicados en Mendoza pero también otros de Río Negro, Neuquén y hasta Costa Rica. Hay algunos empresarios locales importantes que perdieron mucho dinero, como otros inversores menores como abogados, docentes y hasta influencers.

La megacausa acumula más de 130 denuncias de víctimas y el monto de dinero todavía está siendo calculado por los peritos. Fuentes judiciales detallaron que los sospechosos registraron movimientos de compra-venta de criptomonedas por 4 millones de dólares a lo que hay que sumarle un relevamiento del Cuerpo Médico Forense que hasta el día 3 de noviembre calculó el perjuicio de las víctimas en casi $9 millones y medio y un millón y medio de dólares, aunque todavía restan cerca de 60 causas por analizar.

Fuente: Diario Uno

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