El servicio que Uber presta en el país dista cada vez más de los estándares iniciales con los que la empresa norteamericana decidió desembarcar en el mercado latinoamericano.
Las quejas y reclamos de usuarios se han vuelto cada vez más comunes en las redes sociales, el espacio más utilizado para denunciar los abusos cometidos por los conductores de Uber.
“Los autos están sucios, huelen mal, tienen piezas sueltas y los conductores son cada vez más groseros, no respetan las señales de tránsito, a uno de ellos le pedí que no se fuera en sentido contrario y hasta se molestó”, comentó una asidua usuaria de este tipo de transporte contratado a través de la app.
Otra de las irregularidades en la que suelen incurrir algunos conductores de Uber tiene que ver con el cobro del servicio. Pese a que el pago debe realizarse con tarjeta de crédito o efectivo, muchos de los choferes aceptan el viaje y luego, al momento de recoger al pasajero, cautivo del tiempo y el apuro por llegar a destino, le informan que no tienen activo el servicio de cobro con tarjeta.
Se inicia entonces una negociación por fuera del servicio de Uber (el chofer cancela el viaje) en la que el pasajero, en el mejor de los casos, termina aceptando el viaje bajo la condición de realizar el pago a través de billeteras digitales. O, caso contrario, rechaza la propuesta y espera la llegada de otro vehículo.
“Pésimo, tardan muchísimo en llegar, toma el viaje aunque estén lejísimos y todavía peor, toman la ruta más larga. Creo que Uber (socios y compañía) se esfuerzan cada día más por ser la pero empresa de servicios. Últimamente prefiero abordar taxis, que son más baratos, a usar su servicio Uber que es caro y decadente”, refirió otro usuario.
Pago con tarjeta, un dolor de cabeza
Entre las quejas más comunes contra la empresa también aparecen los cobros indebidos con tarjetas de crédito, para aquellos pasajeros que registraron en la app esa modalidad de pago.
Por caso, muchos clientes se vieron obligados a desconocer en sus resúmenes de tarjetas un consumo identificado como “*trip Help.u” por unos 16,08 dólares que nunca habían contratado.
“Nos cansamos de hacer el reclamo a Uber, pero nos pedían para dar de baja el cargo un número que supuestamente debía otorgarnos el banco emisor de la tarjeta. Imposible”, contó uno de los afectados.
Y en materia de quejas por el servicio vale la pena recordar el caso reciente de una usuaria de Twitter que decidió compartir con sus seguidores la insólita confesión que le envió el chofer de la plataforma.
El conductor le avisó que lo espere porque estaba demorado, a lo que ella le respondió que no había problema. Pero después de unos minutos y al notar que tardaba un poco de más decidió preguntarle: “¿Venís seguro?”. A lo que el chofer respondió. “Sí, pero estoy esperando que me hagan un pancho. Gracias”.
Fuente: MDZ